Al Almagro no le hicieron mucha gracia las salidas de Ureña, De la Hoz y Juampe en dirección a Tomelloso, pero si algo le hizo daño fue que Gascón, la referencia en el medio campo, el hijo futbolista almagreño más importante de los últimos años, abandonara la disciplina del equipo. Su salida, por inesperada, dejó tocado al club, que, sin embargo, se puso rápidamente manos a la obra.
Los almagreños han ido incorporando jugadores muy valiosos, tipos con un curriculo detrás que los avala y que dejan buen gusto en el paladar de cualquier aficionado. Pero faltaba una pieza, esa que da sentido a todo el engranaje. Ha costado un poco más, pero el timón del equipo de Chule lo llevará, finalmente, Pirri. El jugador ha optado por dejar Villarrubia, donde ha militado las dos últimas temporadas, para jugar a las órdenes de Chule en el Almagro.
Pirri es uno de los mediocentros con más caché del grupo. Con él al mando, el Manzanares jugó el play off de ascenso a Segunda B y su nombre sonó para muchos equipos. Finalmente dejó el Manzanares, donde había estado cinco temporadas. Miguel Ángel León Díaz, Pirri, cumplirá 29 años en septiembre y le proporcionará al equipo calatravo la visión de juego que está precisando. A su lado, tendrá a algunos de sus amigos. Junto a él, en el centro, pueden hacerle de escuderos Rivero o Santana. Rami es un jugador parecido a Pirri y puede progresar mucho a su lado.
Con el fichaje de Pirri, el Almagro prácticamente cierra su plantilla, a la espera de la contratación de un delantero. Los encajeros están sondeando el mercado y esperan poder ofrecer a su afición un jugador de garantías, conocido en el grupo, que asegure los goles necesarios para que el conjunto rojillo cumpla con solvencia sus objetivos.