El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra negó ayer tajantemente que el Ayuntamiento de esta población tenga algo que ver con los vertidos contaminantes que están llegando al parque nacional de las Tablas, que ha hecho públicas el Centro Superior de Investigaciones Científicas y que han generado la denuncia de Ecologistas en Acción.
En la citada denuncia, la organización ecologista apuntaba como posibles causas las aguas residuales urbanas procedentes de municipios como Villarrubia de los Ojos, Daimiel, Arenas de San Juan, Villarta de San Juan o Alcázar de San Juan.
Sierra dice que los valores recogidos de los niveles del agua en la Estación Depuradora de Aguas Residuales del municipio daimieleño son “completamente normales”. El alcalde afirma que “no entiende” que se incluya al Ayuntamiento de Daimiel en esta acusación cuando “no vierte agua a ningún sitio”, sino que “hace lo que se ha hecho siempre” con respecto al agua depurada que sale a la laguna de Navaseca.
En cualquier caso reconoció que la Confederación Hidrográfica del Guadiana “aconsejó” en anteriores mandato al Consistorio la construcción de un tanque de tormentas presupuestado con cargo a los presupuestos FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) o un tratamiento terciario de las aguas depuradas, si bien, el anterior equipo de Gobierno “se negó a acometer esa obra”.
Del mismo modo dice que desde Confederación del Guadiana se estaba estudiando la posibilidad de destinar alguna partida presupuestaria con destino a la administración local para sufragar parte de la construcción de esta infraestructura, aunque determinó que “no existen muchas expectativas al respecto”, debido a que el Ayuntamiento no puede asumir esta obra que podría estar cuantificada en casi un millón de euros.