Mercedes Camacho
Almadén
Alrededor de un centenar de trabajadores de la empresa Transaltozano, concesionaria del transporte sanitario urgente en la provincia de Ciudad Real y en el resto de Castilla-La Mancha, protagonizaron ayer una sonora pitada hacia la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, por las condiciones laborales en la que se encuentran y que, según la empresa, se debe a las deudas que el Sescam mantiene ella.
Los manifestantes portaban una pancarta en la que se podía leer que llevan sin cobrar cinco nóminas -contando con la de julio porque la empresa les dice que no tiene dinero para pagar debido a que el Sescam no les abona lo que les debe- y “nuestros hijos comen como los tuyos”.
Además, reivindicaron la necesidad de cobrar sus nóminas “porque estamos llegando a situaciones extremas, y porque en muchos casos nos pueden ayudar nuestras familias”, aseguró a Lanza uno de los manifestantes.
En este sentido, durante la protesta recordaron, a través de una carta que uno de ellos entregó a personal del equipo de Cospedal, que, desde hace más de un año, los trabajadores de este servicio cobran las nóminas con irregularidad y cada vez se les debe más dinero.
“La empresa aduce problemas de liquidez por que el Sescam no abona las mensualidades pendientes de pago y los trabajadores llevan sin cobrar 3 meses más una paga extraordinaria. La situación se hace insostenible y aparecen historias dramáticas con familias dependiendo íntegramente de un salario que no perciben”, transmitieron a la presidenta.
Asimismo agregaron que “los trabajadores quieren cobrar y están cansados de cumplir escrupulosamente con su servicio, sin abandonarlo ni una sola hora, y recibir a cambio excusas y palabras vacías y por eso están emprendiendo actuaciones para que todos los afectados tomen conciencia y no permitan que se dilate la solución de los problemas”.