Aníbal B. C.
Ciudad Real
El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel mantiene a principios de la estación del verano sus máximos niveles de inundación, lo que le permite tener inundadas cerca de 1.700 hectáreas de terreno.
El director del parque nacional, Carlos Ruiz de la Hermosa, explicó que esta buena situación hídrica se debe principalmente a que el parque sigue recibiendo aportes de agua procedentes del río Gigüela.
La escala de la estación de aforo de Villarrubia, indicó, aún registra un caudal de entrada del orden de 2 metros cúbicos/segundo por lo que, los técnicos confían en que el agua pueda seguir llegando al parque hasta los primeros días del mes de julio.
En cualquier caso, ha señalado, que episodios de calor como los que se registran estos días tendrá una repercusión directa en los niveles de agua del parque, que aún continúa vertiendo agua por el río Guadiana a través de la presa de Puente Navarro.
Ruiz de la Hermosa ha explicado que se llega al inicio del verano con una buena situación hídrica que permitirá que el parque pueda afrontar en mejor situación “las consecuencias de sequía que conlleva las altas temperaturas estivales”
El director del parque ha indicado que, en relación a los trabajos de gestión, el Organismo Autónomo Parques Nacionales continúa con el trabajo de compras de fincas de regadío del entorno de parques.
En total, en lo que va de año, se ha tramitado la compra de 102 hectáreas de regadio.
Por otro lado, ha significado que durante los últimos meses se ha acometido una importante obra en el entorno del parque, como ha sido el arreglo de los 7,5 kilómetros de caminos que unen los molinos de Molemocho y Puente Navarro.
El objeto de esta obra ha sido facilitar la conexión con el Parque Arqueológico de Calatrava la Vieja y potenciar el turismo en la zona.
Por otro lado, el parque está llevando a cabo trabajos de mantenimiento de las 200 hectáreas de terreno que fueron reforestadas el año pasado, con el fin de garantizar la correcta recuperación de este terreno limítrofe al parque.
