A finales del mes de Abril, la Encuesta de Población Activa nos volvía a dar datos sobre la situación laboral en nuestro país. Una situación, por desgracia, claramente negativa, que evidencia que las políticas económicas del Gobierno nos están llevando a un camino en el que se recortan derechos sociales y las condiciones económicas no inciden en ninguna manera en la vida de las personas y en sus posibilidades de trabajo. El ministro Guindos sigue prediciendo el futuro, diciendo que se van a crear entre este año y el próximo 600.000 puestos de trabajo. Ojala y fuera verdad, pero la realidad laboral sigue siendo manifiestamente negativa y los números siguen hablando de deterioro del trabajo en nuestro país.
España siguió destruyendo empleo en el primer trimestre de 2014 pese a los indicios de recuperación económica, aunque con menos intensidad. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) de este mes de abril, la ocupación ha disminuido en 184.600 personas en el trimestre y en 79.600 en un año. Con ello, el total de trabajadores, en el momento actual, se sitúa en 16.950.600 millones, la cifra más baja desde 2002. La tasa de paro, por su parte, es un dato también negativo y el mes de marzo termina con un 25,93%, dos décimas más que al final del 2013. Los datos estadísticos dicen que hay un descenso de 2.300 parados, como consecuencia exclusiva de un nuevo descenso en la población activa, es decir del número de personas en edad y condiciones de trabajar. Con estos datos el total de desocupados se sitúa en 5.933.300. El número de de personas activas desciende en este trimestre en 187.000 llegando así a un total de 22.883.900. La tasa de actividad es del 59,46%, la más baja desde el segundo trimestre de 2007. En este último año la población activa se ha reducido en 424.500 personas.
Si se analizan los datos por sectores, el número de personas trabajando aumenta en este trimestre en el sector de la Agricultura en 31.800 personas. Los descensos se dan en el sector servicios (-126.000), en el sector de la Construcción (-48.200) y en el sector industrial (-42.200). Referido al total del último año, la Agricultura sube en 92.600 y el sector Servicios en 30.700. Los descensos importantes se dan en el sector Industrial (79.900 ocupados menos) y en la Construcción (123.000). En Castilla-La Mancha esto viene a confirmar la fortaleza del sector agroalimentario que gracias a las exportaciones resiste mejor la crisis y la fuerte caída de las áreas industriales y del sector de la construcción y de sus industrias relacionadas. El trabajo a tiempo completo es el que experimenta mayores caídas con la reducción de 176.800 puestos y el número de ocupados a tiempo parcial lo hace en 7.800. Es decir crece , en pequeña medida el trabajo a tiempo parcial. Curiosamente hay una ligera subida del empleo público con 11.000 personas más, llegando a los 2.920.500, mientras que el sector privado desciende este trimestre en 195.800 personas, situándose en 14.030.100, dato significativo que indica que la ligera contención de la caída viene por el desarrollo del sector público, pero en ninguna medida del sector privado.
La EPA, acaba concluyendo que 2013 ha sido el sexto año consecutivo en el que se destruyó empleo, aunque con un deterioro inferior al de los años precedentes. La pérdida de 198.900 puestos de trabajo lleva a 3,75 millones los empleos desaparecidos en esta larga crisis. El empleo, por desgracia sigue sin crecer según los datos de la EPA, el ligero incremento viene del sector público y no del privado y la calidad se deteriora con la pérdida de empleos fijos en beneficio de trabajos a tiempo parcial y con condiciones cada vez peores. Si a ello añadimos la distribución territorial podemos observar el grave problema de zonas de nuestro país, de ciudades en las que la industria ha experimentado graves deterioros sin ninguna medida del Gobierno para remediarlo.
Sería bueno que nuestros gobernantes aprendieses a ver los datos de esta dura realidad que es dramática para muchas familias y no sigan complaciéndose con la bajada de la prima de riesgo o de cualquiera de los grandes números de la macroeconomía que ni podemos contrastar ni sabemos realmente a qué obedece. Si fuimos lentos en ver la crisis financiera, estamos siendo extremadamente torpes y lentos en valorar la gravedad de la situación social y económica a la que nos están llevando sus planteamientos económicos y las soluciones planteadas a la crisis. Nos alegraría que los buenos datos económicos fueran los de la recuperación de los derechos sociales, de los servicios públicos y sobre todo del empleo como camino para lograr recursos que permitan una vida digna. Pero la realidad sigue siendo desgraciadamente negativa.