DISCULPE EL SEÑOR. UN AÑO DE POBREZA PARA MUCHOS ESPAÑOLES
Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted, decía el inicio de la canción de Serrat.
Acabado el año 2012 los balances son diversos, pero hay datos que nos muestran una realidad dura y difícil en nuestro país.
Con los datos difundidos por el Servicio Público de Empleo correspondientes al mes de diciembre, el paro registrado en 2012 se sitúa en 4.848.723 con 426.364 parados más que el año anterior.
En 2012 las afiliaciones a la Seguridad Social cayeron hasta las 787.240 afiliaciones menos superando el doble de la caída de afiliaciones de 2011.
En el primer año de Rajoy se destruyeron 2.000 empleos diarios.
Muchas de estas personas han quedado ya sin recibir ningún tipo de prestaciones y teniendo que subsistir de los recursos familiares o de las instituciones solidarias que van manteniendo elementos mínimos de subsistencia.
Más de 25.000 personas viven en nuestro país sin un hogar donde poder refugiarse y desarrollar su actividad personal. Se refugian en albergues que apenas llegan a atender a la tercera parte de los afectados y acaban viviendo en la calle sin los mínimos recursos para subsistir.
Los desahucios se han convertido en realidad cotidiana que ponen de manifiesto situaciones dramáticas para muchas personas sin que se adopten decisiones y soluciones realmente eficaces por parte del gobierno para atender a los que realmente lo necesitan.
En este año se han rebajado las pensiones un 1,9%, resultado de no haberlas incrementado en el índice del coste de la vida a finales del 2012. Situaciones que afectan a millones de personas especialmente a las que reciben pensiones mínimas.
Un 50% de las empresas españolas han reducido sus plantillas y han tenido que despedir a trabajadores de las mismas. Administraciones como la de Castilla-La Mancha ha reducido de forma drásticas el número de funcionarios. Y mientras, se plantean remodelaciones de servicios básicos como la educación y la sanidad en una clara voluntad de hacer negocio con áreas sensibles donde invertimos cantidades muy importantes de recursos colectivos.
La lista por desgracia es larga y la realidad es que la población española es mucho más pobre ahora que hace un año gracias a numerosas medidas adoptadas por el gobierno. Por ello me ha resultado sorprendente volver a escuchar a Serrat en aquella canción Disculpe el Señor.
Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.