Estaremos casi todos de acuerdo que en el tipo de sociedad que tenemos hoy en día la información es poder y la mejor forma de hacerlo es controlando al grupo para que nadie se nos pueda descubrir, si nuestra actuación no va acorde con los intereses que alguna personas ocultan.
La verdad es que para este tipo de individuos, el poder de la psicología se hace patente a la hora de conseguir los objetivos que hábilmente se trazan. Evidentemente no somos todos, ni todos estamos inmersos en este grupo poblacional que va poco a poco en aumento. El objetivo trazado es que se consigue a toda costa sin reparar en el daño colateral que pueda perjudicar a terceras personas. Por lo tanto, si conocemos a algunos individuos de esta categoría, mejor apartarnos de ellos, dado que son terriblemente dañinos para nuestra salud psicológica.
Por qué suscribo este planteamiento? Sencillamente por ese daño colateral al que antes aludía. Personas que acuden a terapia por ser pasto inconsciente del daño moral ejercido de forma constante hacia ellos y las repercusiones psicológicas correspondientes.
En el mundo del espectáculo, política, cultura, fútbol, nos encontramos diariamente con personas de estas características tan especiales.
La forma de actuación es aparentemente coherente con sus principios, defienden sus instituciones o son las voces de sus amos. A veces quedan hasta bien, cara a los demás, cara a la sociedad, pero al ser descubiertos, no dejan huella y desaparecen para elegir a sucesivas víctimas del sistema, que por su prudencia o educación, dejan las cosas pasar, sin aparente peso ni importancia. A veces el carácter anodino, impersonal, monocorde y distante les hace pasar inadvertidos. Pero cuando quieren salen a la palestra y hacen reflexiones de tipo filosófico, sin reconocer sus propios errores. Personas, amigos lectores, muy inteligentes que son capaces de darle la vuelta a la objetividad para hacerla más subjetiva todavía.
Lo más extraño de todo esto, es que a lo largo de la historia, este tipo de personajes, capaces de mover y agitar masas, han sido responsables de grandes problemas que han destruido civilizaciones y pueblos que vivían hasta entonces libres de toda hostilidad.
De esta manera, yo me pregunto qué tipo de poder tendrán para conseguir alienar a toda una masa para conseguir sus objetivos de manera egoísta y no darse cuenta de su verdadera personalidad.
La mejor forma de contrarrestar su poder, es simplemente no acercarse a ellos y no entrar al trapo si realmente se dirigen hacia nosotros. La reeducación es imposible porque no están educados, es demasiado tarde, no experimentan cariño ni afecto, simplemente interés propios. No creen en su familia pero la ponen de ejemplo, maldicen su condición con la boca pequeña, pero viven con riqueza. No saben nada, pero aparentan conocer la realidad, y sobre todo repito, se quitan del medio para evitar ser descubiertos, echándole la culpa al vecino de su propio fracaso. Seguro que conocen ustedes a alguien con el perfil parecido.