Me gustaría comenzar por el final, hablando de los aspectos psicológicos que caracterizan a la mujer que es capaz de afrontar la vida con la gran madurez que a muchas de ellas la caracterizan. Mujeres que llevan una vida organizada, que son capaces de ayudarnos a todo, a afrontar nuestros problemas, a enfrentarse a retos imposibles, a mirar siempre lo esencial, a ocuparse también de ellas, a compartir el proyecto educativo de nuestros hijos cuya participación inestimable es más que fundamental, a la transmisión de la seguridad y entrega que la sociedad necesita pero poco reconocida desgraciadamente y a muchos aspectos de la realidad a la que aportan el color y la música tan importante a lo largo de la vida.
Todo ello a pesar de que muchas mujeres están más expuestas a vaivenes y depresiones cíclicas por culpa de su sistema de hormonas y aspectos psicológicos que vienen casi siempre de fuera. Muchas lo asumen como algo inevitable y natural, pero cuando afectan a su calidad de vida, la voz de alarma suena con algún desequilibrio. No debemos confundir los síntomas que vienen de dentro con aspectos psicológicos asociados a la forma de vida que muchas de ellas llevan sin prácticamente un momento de respiro. Aunque parece que en los momentos donde existe una marcada fluctuación de los estrógenos, la mujer es especialmente vulnerable en este aspecto.
A medida que se acumulan síntomas o episodios depresivos, muchas veces secundarios, o vivencias tan comunes como padecer una separación, paro laboral o falta de realización personal. El estado de salud, la situación socioeconómica y la percepción personal de stress pueden ser determinantes para marcar el estado de ánimo diario, a pesar de los inconvenientes relacionados con aspectos biológicos que ya hemos descrito anteriormente. En el asunto de las relaciones parece que ya estamos siendo capaces de percibir algo de equidistancia entre mujeres y hombres, la educación va cambiando aunque los focos de machismo todavía existen…
La realidad es que hasta la fecha la vida y naturaleza de la mujer es mucho más fuerte que la del hombre, pero no por ello han de sobrecargarse, primero por aspectos culturales, educativos y sociales que hasta este momento persisten. Su lucha con las hormonas no tiene nada que ver con ello…!