Entrañas encogidas e inconmensurable dolor, no apto a la resignación, fueron causantes este miércoles por la mañana de los llantos y sollozos en el sepelio por la pérdida de Doña Sardina Arenque de las Aguas y el Guadiana.
Pese a perder el aliento, la viuda de Don Lucio mostró su espléndida figura, con la elástica de la selección española y emulando en diabluras a grandes del deporte rey al controlar con la frente el esférico con el sello del Mundial de Fútbol que se jugará este año en Rusia. La Federación de Peñas Alarcos, ante la debilidad originada por la aflicción, repartió entre los dolientes hasta cuatro cajas de dulces como pestiños y cocos y cuatro garrafas de vino dulce.
Buena parte de los presentes quisieron expresar su pesar ante la ausencia de Doña Sardina en el libro de condolencias y todos, más otros muchos ciudarrealeños, acudirán este miércoles por la tarde a la sardinada en la que se repartirán 230 kilos de pescado asado. Los reconfortantes bocado de sardina asada y vaso de vino llegarán después de la Asamblea de Brujas y Demonios que recrearán la Asociación Guirigay y el Grupo de Voluntariado Joven Toma Mi Tiempo, cuyos integrantes dinamizarán el recorrido con el cuerpo de la difunta por las calles María Cristina, Calatrava, Paloma, Ruiz Morote, Ramón y Cajal, Plaza del Pilar, de Cervantes y Bernardo Mulleras para de regreso a la Plaza Mayor proceder a la incineración de la futbolera sardina.
