No todo el mundo puede decir que es profeta en su tierra pero el cantaor y guitarrista Ricardo Fernández del Moral puede decirlo bien alto. “Espectacular concierto” el que ofreció la noche del sábado en un lugar tan emblemático como el yacimiento arqueológico de La Motilla del Azuer ante medio millar de personas que agotaron las entradas una semana antes de la cita. “Grandioso, genial, competente, torero, artista…” fueron algunos de los adjetivos que el público dedicó al daimieleño en el enclave arqueológico tras un concierto cuyos comentarios coincidían al calificarlo de “único”.
Momentos antes del inicio, el artista daimieleño reconoció que actuar delante de su gente “aumenta la responsabilidad”, y más en esta ocasión, “por hacerlo en un sitio tan potente como la Motilla, que guarda la historia de nuestros antepasados”, indicaba. “Daimiel impone más respeto incluso que el Teatro Real, donde estaré la semana que viene”, comentaba. Junto con esas sensaciones, el artista aseguraba sentirse al mismo tiempo “muy querido y arropado” en su pueblo.
Nada más subir al escenario, que como fondo tenía el anochecer cayendo con la fortificación iluminada, agradeció la presencia del público, la colaboración e implicación del Ayuntamiento de Daimiel y su Corporación “por hacer posible esta velada y contar conmigo en este primer concierto en La Motilla”. Haciendo gala de su humildad, pidió disculpas hacia aquellas personas que se habían quedado sin entrada. Y se arrancó por malagueñas, para continuar por soleás, alegrías, tanguillos o sevillanas.
Un repertorio “variado”, porque como el propio cantaor confesó, “el concierto está pensado para los amantes del flamenco ortodoxo y para aquellos que se acercan por primera vez al género, con adaptaciones de boleros, habaneras y rancheras”. Tampoco faltaron temas tan emblemáticos como ‘La bien pagá’, que según admitió Fernández del Moral “mucha gente me ha pedido que lo toque esta noche”, así como alguna pieza incluida en su espectáculo ‘Quijote y Olé’. Importante fue también el acompañamiento a las palmas, y sobre todo al baile, de Rocío Gracia y Rosa Guerrero, que arrancaron varios “olés” en sus cuidadas intervenciones.
El objetivo inicial que se planteaba Ricardo era “que todo el mundo disfrutase con el cante, la guitarra, el baile y con el entorno”, algo que evidenciaron los fuertes aplausos recibidos durante la “mágica noche” del sábado.
“Un espectáculo impresionante”, según afirmó el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, para el que agradeció “la profesionalidad de un artista como Ricardo en un entorno envidiable como es La Motilla”. El primer edil reveló que desde hace tiempo el equipo de Gobierno tenía “muchas ganas” de hacer un espectáculo de este tipo y “se ha iniciado de una forma fantástica, en el que el público ha respondido de manera ejemplar, muy atento, respetuoso y entregado con el artista”.
De igual manera, Sierra agradeció la “buena organización del evento” y de las áreas municipales implicadas en su consecución. También manifestó su agradecimiento a los efectivos de Protección Civil, Guardia Civil y Policía Local que han velado por la seguridad de todos, y dejó entrever que “muy probablemente” esta iniciativa se repetirá “cuidando y mimando este espacio como se ha hecho hoy”.
Noche memorable gracias al impresionante derroche de arte y sensibilidad de Ricardo Fernández del Moral, quien de nuevo se dejó el alma sobre el escenario, mostrando una vez más que en la Mancha también se sabe hacer flamenco. El daimieleño, es prueba fehaciente de ello.
