A Adrián Fernández le gusta la calidez que logra con el violín Manuel Briega, quien destaca, por su parte, del guitarrista su versatilidad para interpretar una gran cantidad de estilos. Ambos se consideran “muy perfeccionistas”, son profesores y conforman el Dúo Belcorde, formación que en tan sólo tres años suma una decena de giras internacionales llevando las esencias españolas a los cinco continentes.
Con relevantes instituciones del español en el exterior como el Instituto Cervantes, así como con Embajadas y Universidades, el dúo manchego ha realizado sus conciertos en los que ofrece a través de la música una de las mejores cartas de presentación de este país. Su propuesta, que se ha revelado como una exitosa fórmula dada la gran acogida que tienen sus recitales y la confianza del Instituto Cervantes al volver a programar sus actuaciones, es un recorrido por la música española de cuatro siglos, del XVII al XX, con emblemáticas obras de relevantes compositores.
Se trata de un repertorio con el que disfruta todo el mundo y “eso se percibe mucho”, destaca Briega, que en bastantes ocasiones toca de memoria y percibe cómo “la gente se emociona” al escuchar unas composiciones que “llegan y fuera de España no digamos” ya que es una música que a las personas con raíces españolas que llevan muchos años viviendo en otros países les hace sentir y revivir múltiples recuerdos a nivel personal y familiar. Pero también ocurre con quienes no la han escuchado, apunta Fernández, ya que la española, por sus características melódicas y sobre todo rítmicas, es una de las músicas que “más llegan en una primera escucha”.
La música con un marcado carácter español e identidad propia de autores del XIX y primeros del XX como Manuel de Falla, Pablo Sarasate, Isaac Albéniz y Enrique Granados, quienes beben de las raíces populares e incorporan rasgos del flamenco y el folclore para crear, “al mayor nivel compositivo”, una música clásica “sublime”, es “aclamada allí” donde tocan. “Desde China a Australia o desde Estados Unidos a Japón”, han comprobado lo mucho que gustan estas composiciones por su “brío, ímpetu y porque se identifican con nuestra manera de ser” ya que es una música “llena de color y variedad como España” puesto que “hay muchas Españas en la música española”.
Made in Spain
En su programa ‘Made in Spain: Música española’, que presentaron el viernes 23 de febrero en el Instituto Cervantes de Lisboa y volverán a hacerlo del 23 al 27 de marzo en Sao Paulo, Brasilia y Río de Janeiro, tocan piezas del siglo XVII como la Suite Cervantina, de Gaspar Sanz, en homenaje a Cervantes que con el Quijote conforman “uno de los principales símbolos de España” en todo el planeta; del clasicismo proponen composiciones como las Sonatas del Padre Soler, escritas para clave y que, por primera vez, han arreglado para violín y guitarra; y el bloque principal de su repertorio está conformado por piezas del XIX y primera mitad del XX de autores como Falla, Albéniz y Granados, además de canciones populares musicalizadas por Federico García Lorca.
Pese a ser dos instrumentos de cuerda muy distintos desde el punto de vista de su construcción y la interpretación, el violín y la guitarra “ensamblan muy bien melódica y tímbricamente”, comentan ambos músicos, que reconocen que se trata de un formato “delicado y complejo” porque hay épocas enteras sin apenas repertorio escrito para este tipo de dúo, de manera que deben transcribir y arreglar, desde el rigor y respeto a las partituras originales y buscando la naturalidad expresiva, piezas ideadas en su mayoría para orquestas, grandes formaciones o de mediano tamaño. En el pequeño formato o ‘frasco’ de dos instrumentos, condensan la esencia española, aportando un nuevo enfoque sonoro y tímbrico a las versiones originales, aprecia Fernández, que indica cómo, por ejemplo, Falla en la ‘Danza del molinero” de ‘El sombrero de tres picos’ traslada a su composición para orquesta el ritmo de farruca de la guitarra y el Dúo Belcorde coge su partitura y la lleva “de nuevo a su origen”, al instrumento en el que se inspira el compositor gaditano.
Buen maridaje y versatilidad
Además, al buen maridaje entre violín, que tiene habitualmente un papel más solista, y la guitarra, que suele ejercer una labor “más de colorear, acompañar y estructurar la melodía”, se suman las amplias posibilidades que conceden estos instrumentos para tocar estilos muy diversos ya que se adaptan muy bien por sus características “a cualquier música”, desde española, flamenco y jazz a bossanova, tango o música de cine.
Composiciones del Séptimo Arte, precisamente, protagonizaron el primer álbum grabado por el Dúo Belcorde, que tiene previsto realizar este año una nueva grabación centrada en la música española con la que está viajando y haciendo viajar a muchas personas en el mundo con los conciertos de sus giras internacionales que empezaron en la primavera de 2015 en Japón, donde, a través de la Embajada española en Tokio, actuaron en Osaka y Nara, además de junto a grupos de diferentes países en la conmemoración del 20 aniversario del terremoto que asoló la ciudad de Kobe. También en 2015, llevaron su repertorio a Marruecos con conciertos, a través del Instituto Cervantes, en Tánger y Tetuán; y Turquía con recitales, organizados por la Embajada, en las Universidades de Estambul, Ankara e Izmir.
Otro de los relevantes conciertos del Dúo Belcorde fue en marzo de 2016 en la inauguración de la nueva sede del Instituto Cervantes de Sydney durante una gira por Australia que les llevó a tocar, así mismo, en Melbourne y saltar a Wellington, en Nueva Zelanda. Posteriormente, su repertorio sonó en cuatro conciertos en Estados Unidos: La Nacional de Nueva York, la Embajada española en Washington, el Instituto Cervantes de Chicago inaugurando el XI Chicago Latin Music Festival y el Centro Cultural Español en Miami. Los viajes por el mundo del Dúo Belcorde continuaron en 2017, año en el que Briega y Fernández se trasladaron a China para tocar en el Instituto Cervantes de Pekín, la Biblioteca Miguel de Cervantes de Shanghái, la Universidad de Nanchang y el Consulado español de Hong Kong; y se desplazaron a Marruecos para cerrar a nivel mundial los actos conmemorativos del IV Centenario de la muerte de Cervantes con un concierto de música española en el Instituto Cervantes de Rabat y ofrecer un recital con el que se inauguró el Museo de Instrumentos Musicales de Salé.
Inquietud
Surgido en 2011 el Dúo Belcorde, a partir de un concierto de música de cine en Puertollano en el que comprobaron que funcionaba bien la conjunción de violín y guitarra y que se entendían al tocar en directo, ambos intérpretes comenzaron desde cero, sólo tenían “ganas e ilusión, que no es poco por otra parte”, una andadura que les ha llevado a ofrecer cerca de 500 conciertos por prácticamente toda la geografía española y a obtener el reconocimiento y el apoyo del Ayuntamiento de Ciudad Real y la Diputación, así como el Gobierno regional como “embajadores de Castilla-La Mancha” en sus giras internacionales.
Sólo en Ciudad Real capital el pasado año dio conciertos en el Quijano, antiguo Casino, la Biblioteca Pública del Estado, la UCLM, la Merced y el Villaseñor este dúo que mantiene viva “la inquietud por mejorar y sentir la ilusión, al igual que un niño, por descubrir”. Briega, natural de Campo de Criptana, es profesor en el Conservatorio Marcos Redondo y Fernández, de Puertollano, en la Escuela Municipal de Manzanares y en su labor docente persiguen transmitir a los alumnos esa curiosidad y ánimo por “disfrutar, descubrir, sentir y vivir la música”.
La búsqueda del equilibrio y la perfección guían las interpretaciones y las transcripciones y arreglos para con tan sólo las diez cuerdas de sus instrumentos -cuatro el violín y seis la guitarra- tocar la música que geniales compositores escribieron para grandes orquestas, un patrimonio que “emociona” y con el que el público “vibra” en todo el mundo.