Si las ventanas son los ojos de los edificios, para observar al interior y el exterior y para que entre luz, ahora en las del Centro de Exposiciones de la Diputación se posa la mirada atraída por la belleza del arte.
Los huecos de las ventanas de la antigua Casa Cuna, cegadas en su rehabilitación para lograr en el interior muros continuos en los espacios expositivos, lucen desde ayer reproducciones a gran tamaño de fotografías de algunas de las joyas escultóricas de la colección de la Diputación.
Realizadas por Pepe J. Galanes y tomadas en detalle o desde ángulos poco frecuentes de observación, las fotografías sacan a la calle el arte presente en el Centro de Exposiciones a modo de dazibao artístico, es decir, edición mural expuesta en la vía pública.
“Salimos a la calle para popularizar el arte, democratizarlo”, resaltó el diputado coordinador del Centro de Exposiciones, José Díaz-Pintado, en la presentación de esta iniciativa, denominada La Ronda del Cex, para la que los ocho grandes huecos de ventana -cuatro a cada lado de la entrada principal- se han habilitado como soporte y marco de ediciones-exposiciones de formato mural y exhibidas de forma directa en la vía pública.
Cada nueva propuesta mostrada en las ventanas del centro irá acompañada de un número de la publicación La Ronda del Cex, ediciones de arte contemporáneo, que nace con la exposición Esculturas de la Colección (1924-2006), integrada por un total de 16 significativas piezas de la evolución del arte escultórico en la provincia durante el último siglo y representativas de la labor de mecenazgo realizada por la Diputación. Como fruto de esta labor, la colección pública de la institución provincial conserva más de 900 obras, entre pintura, escultura, dibujo, grabado y fotografía de más de 260 autores.
Con piezas de 10 grandes autores vinculados vivencialmente o profesionalmente con la provincia y la región, la muestra refleja la evolución durante la última centuria en los conceptos, funciones, técnicas y materiales, explicó la directora del Cex, Marisa Giménez.
Durante la primera mitad del siglo XX, la Diputación ayudaba con becas a los jóvenes autores en su formación, esfuerzo que los creadores solían agradecer con la donación de obra, indicó Giménez, para señalar que, posteriormente, la colección de la institución provincial creció mediante su respaldo a la veterana Exposición de Artes Plásticas de Valdepeñas y, en las dos últimas décadas, con la incorporación de los premios-fondos de adquisición en certámenes como el valdepeñero y los impulsados por ayuntamientos como Alcázar, Manzanares, Puertollano, Tomelloso y Ciudad Real.
Del primer tercio del siglo se pueden contemplar obras influencias por el realismo castellano como el relieve Los Galeotes, de Julián Lozano, y las figuras del Minero o Alegoría del Trabajo y Don Quijote leyendo, de Felipe García Coronado, del que también se exhiben sus bustos del ingenioso hidalgo y Sancho.
Su sobrino Joaquín García Donaire está presente con Desnudo femenino en la selección de piezas de los años 50 y 60, así como el conquense Leonardo Martínez-Bueno con Mujer con cántaro, Bolera y Maternidad o bombardeo.
De la exposición monográfica realizada por el Cex Rojo y Acero, de Francisco Antolín, procede Vela, y en las últimas décadas se han sumado a la Colección de la Diputación Tejenieblas, de Antonio Crespo; Chamán, de Manuel Fuentes; Abierta y encerrada, de Ana Soler; Caja-Mapa II, de Esther Pizarro; y Estancias del interior, y Lugares de la nada, de Ignacio Llamas.