El alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, y el padre pasionista Miguel López, en representación de la congregación y como ‘Mayoral 2017’, inauguraron el sábado por la tarde el Belén Viviente de Daimiel. Tras el corte de cinta, todos ellos se situaron en el pesebre, acompañados de ‘San José’ y la ‘Virgen María’ para recibir este homenaje que cada año otorga la asociación de los pastores del Belén, artífices junto con el Ayuntamiento de que cada Navidad el Parterre albergue esta estampa tan típica en la localidad.
El acto sirvió para reconocer la labor de la comunidad pasionista en Daimiel a lo largo de sus 110 años de historia en el municipio. Por ello, el chalequillo, montera y garrota que se otorgan con este nombramiento fueron recibidos por uno de los novicios pasionistas, “una forma más de significar que el premio es extensible a todos los que formamos esta congregación religiosa”, como especificó López.
Durante su intervención, el padre Miguel destacó la importante labor que desarrollaban los mayorales en el mundo pastoril y cómo esa jerarquía es extrapolable a otros aspectos de la vida como la organización consistorial que hay en Daimiel, la organización que existe en la Iglesia o la propia que guardan las familias, donde destacó el papel de la mujer como máxima autoridad en el seno familiar.
Asimismo, bendijo el Belén Viviente y todos los belenes daimieleños, rezó un padre nuestro en memoria de todos los que habían fallecido y que alguna vez formaron parte de la realización de dicho Belén y, junto con los seis novicios que estuvieron acompañándole en todo momento, concluyó el acto dando paso a ritmo de guitarra y pandereta a la interpretación del tradicional villancico ‘Los peces en el río’.
Antes de disfrutar de las migas o el chocolate con churros con los que siempre agasajan desde esta asociación de los pastores del Belén, el primer edil tuvo palabras de agradecimiento y de admiración al trabajo y esfuerzo que realiza dicha entidad, “quienes de manera altruista y junto con la delegación de Festejos del Ayuntamiento de Daimiel nos permiten cada año visitar este Belén Viviente tan entrañable”.
“Una dedicación -explicó el alcalde- que debería verse recompensada con la visita de todos los daimieleños los días en los que el Belén permanecerá abierto, ya que en nuestra localidad es una cita obligada pasar por aquí”. Por último, Sierra recordó que son días de alegría, de compartir y de disfrutar con la familia, deseando a los presentes que en el próximo año se cumplan todos sus proyectos.
Instantes después, más de un centenar de daimieleños inspeccionó el resultado del montaje de este año: posada, fragua, establo, un molino y varios animales conforman este particular Belén Viviente que en estos días es un reclamo más para la ciudad. Un Belén Viviente que podrá visitarse los días 25, 30 y 31 de diciembre, y 1 y 5 de enero, en horario de 19 a 21 horas.
Ya en el exterior, la academia de baile ‘Amanecer’ volvió a acompañar de manera altruista a la asociación de los pastores del Belén. De nuevo, volvieron a obsequiar al público con diferentes coreografías navideñas en las que sus alumnas demostraron su desparpajo y desearon unas felices fiestas.
Concierto de Navidad
Pocos minutos después de que se inaugurara el Belén, la Banda Municipal de Música ofreció su concierto de Navidad a beneficio de Manos Unidas. Isidro Gutiérrez, responsable comarcal, señaló que gracias a esta iniciativa, en la que se vendieron 340 entradas, se concluirá el Proyecto de Promoción de la Mujer que Manos Unidas desarrolla en la India. Un propósito que han llevado a cabo a lo largo del año junto con otros municipios que forman parte del arciprestazgo Mancha Oeste y que tenía como objetivo recaudar 34.000 euros para tal fin.
En la parte musical, la banda volvió a meterse al público en el bolsillo dejando grandes dosis de calidad con piezas muy reconocibles como las bandas sonoras de ‘La lista de Schindler’s’ o ‘La Misión’ de Ennio Morricone.
Cabe destacar que en la segunda parte, la formación daimieleña estrenó la pieza ‘Los reinos de Varsqui’, con arreglos de Navarrol Mollor, una pieza que contó con la narración de uno de sus saxofonistas, Braulio Molina. Para despedir la velada, la Banda obsequió a los asistentes con una selección de villancicos y clásicos de la Navidad que inundaron el patio de butacas de palmas al compás.