Luis Molina López ha recibido la máxima distinción que el Ateneo de Almagro concede al Mérito Cultural. El presidente del Ateneo, José Antonio Prieto, fue el encargado de entregar la placa con la que “queremos agradecer muy sinceramente los más de 20 años de iniciativas de cientos de actividades culturales en Almagro que han sido posible gracias al ímpetu, el empuje y la pasión de Luis”.
Prieto agradeció al socio fundador del Ateneo, director del Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo y creador del Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral (CELCIT), “su dedicación a promover la cultura y en especial el teatro “ha puesto alma, vida y corazón” durante todos estos años.
El Ateneo, con esta distinción, ha reconocido “la labor de dinamizador cultural en el ámbito latinoamericano con proyección en distintas manifestaciones del mundo de la cultura en general y del teatro en particular, valorando su dedicación infatigable a favor de la cultura como motor de progreso, solidaridad, transformación y desarrollo de los distintos países en que se ha comprometido a lo largo de su extensa carrera profesional, y en los que viene desarrollando su actividad teatral desde hace décadas (…) es un insigne personaje del mundo de la cultura latinoamericana que en el teatro es referente imprescindible de nuestro tiempo en el encuentro de continentes”.
La secretaria de la institución cultural almagreña, Luisa Cañadas, leyó el acta de la asamblea extraordinaria celebrada el 21 de septiembre, antes de finalizar el último espectáculo del XVI Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo, en la que se recoge que, por unanimidad, se concede a Luis Molina López la máxima distinción al Mérito Cultural.
Molina recogió la placa y escuchó el largo currículum detallado por uno de sus compañeros del Ateneo y ex presidente, Francisco del Río. Tras una segunda ovación del público, Luis Molina recibió también un retrato pintado por Luz Artesana que, en nombre de todos los presentes, agradeció a Luis “por ser y estar, a pesar de todo”.
El homenajeado agradeció el cariño recibido, el trabajo y la colaboración durante todos estos años a tantas personas que han hecho posible todo lo nombrado por su amigo Paco del Río, “qué decir después de oír esa larguísima lista leída por mi querido Paco, que seguro que le han hecho pensar a ustedes que tengo muchos años y esa es la realidad, que tengo muchos años, pero también ha sido posible por creer en lo que uno hace, en el teatro, en las artes, la cultura, el teatro como instrumentos necesarios, imprescindibles para la elevación intelectual y espiritual de nuestros pueblos”.
Molina restó importancia a todo lo realizado como trabajo y obra solo de su persona: “Nada de ello se hubiese podido realizar si no hubiera tenido a mi lado grandes personas a un lado y a otro”.