El arte no entiende de edades, y así lo demuestra el pintor Marcel Boillat. Con casi 90 años, el artista ha querido llevar hasta la sala de exposiciones de la Casa de Cultura una gran variedad de pinturas llenas de color que ha querido seleccionar especialmente de su pinacoteca particular. Un total de 50 obras, de las más de 200 que Boillat ha elaborado desde que comenzó a pintar allá por los años 90, cuando se jubiló, y entre las que se pueden encontrar “El perro y el pájaro”, “Las hilanderas”, “Manolo el Travesti” o “Las Tablas de Daimiel”.
El autor, reconocía que él no se considera pintor. Habiendo iniciado sus cursos de pintura poco después de jubilarse, toma la pintura como una afición en la que invertir su tiempo: “Yo no me considero un pintor, yo soy un vulgar chapucero nada más. Cuando me retiré a los 66, empecé a pintar; no critico a la gente que pasa su tiempo en las cafeterías o en la plaza, pero yo gasto mi tiempo en la pintura, gasto mi tiempo haciendo algo”, precisó.
Marcel Louis Adophe Boillat, nombre completo del artista, afirmaba también que hay que tener ganas y fe en uno mismo para poder elaborar una carrera de varios años dedicados al arte de pintar: “elegí la pintura porque me gusta; debe gustarte, porque si no, no sigues. Debes tener fe en ti, o al año ya has abdicado. Es muy bonito, da mucho trabajo al cerebro porque debes estudiar el tamaño, los colores, etc. No es tan fácil, pero debe gustarte”, comenta.
La exposición, que inaugura la temporada de otoño, puede visitarse hasta el día 19 de noviembre en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura, en horario de 18:30 a 20:30 horas (de lunes a viernes) y de 12:00 a 14:00 horas (domingos y festivos).