Noemí Velasco
Manzanares
Suspense, amor y acción aparecen entremezclados en una obra trepidante dispuesta a conquistar al lector que, ambientada en el Toledo de los años setenta, una ciudad eterna en un momento clave de la historia española, tiene los ingredientes necesarios para garantizar su éxito. El escritor puertollanense Manuel Peiteado, afincado en la actualidad en Alicante, presenta la segunda parte de la trilogía que empezó con la novela negra ‘El librero de Toledo’, en la que aborda la transformación de Doménico Aspartana, como personaje principal, y su doble vida como asesino justiciero contra aquellos que vierten su agresividad contra el indefenso, en especial contra la mujer. ‘El guardés silente’ desarrolla la evolución de este personaje oscuro, pasional, pero a la vez tierno en su etapa adulta.
La muerte en extrañas circunstancias del padre de Doménico, después de una infancia marcada por las agresiones y los maltratos de su progenitor a su madre, y el descubrimiento de que su padre pertenecía a una sociedad secreta, supone en ‘El librero de Toledo’ el comienzo de la trilogía. Entre las curiosidades de la obra está que el mismo Manuel Peiteado fue librero, responsable de la Librería Guadiana en Puertollano, aunque por supuesto la obra no es autobiográfica, y el autor no es un justiciero. El escritor explica que esta segunda parte está ubicada también en Toledo en torno a los años 1975 y 1980, y que supone “la transformación hacia la edad adulta del personaje principal” a partir de un acontecimiento que le hace llevar una “doble vida” y meterse en la piel de un asesino, desde un claro rechazo de la justicia como fórmula para erradicar acciones indeseables en la sociedad. Peiteado señala que “Doménico no cree en la justicia de los hombres”, por lo que ese sentimiento de acaloramiento que produce cualquier injusticia en una persona, que lleva a decir de manera figurada en demasiadas ocasiones, “a ese yo le mataría”, él lo lleva a cabo.
Para este autor que descubrió su vocación por la escritura hace cuatro años por “prescripción médica” y que ha sido, según el mismo reconoce, su mejor “medicina”, Toledo es la ciudad elegida porque “es fantástica, tiene una larga historia” y, lo más importante, “en sus cimientos hay unos túneles que serán claves para el desarrollo de la novela”. También aparece la localidad abulense de Mijares en la Sierra de Gredos, donde ocurre un acontecimiento que será la “antesala de la ‘matanza de Atocha’, en una interesante conjugación de pasajes reales y ficticios. Ahora bien, el hecho de que la obra esté ambientada en los años setenta es una simple sucesión de la edad del protagonista, pues la primera parte empieza en los cincuenta, aunque es relevante por la influencia que tiene el contexto histórico en el desarrollo.
Con un lenguaje que considera más exquisito y una trama todavía más intensa y “más ágil”, Manuel Peiteado aborda en los nuevos capítulos no sólo la parte oscura del personaje, sino también “angelical”, y su faceta como “seductor, buen amante”, que tiene también “sensibilidad” y que transmite “ternura”. Enmarcada la acción en toda la parte antigua de Toledo y en la vega del río Tajo, en torno a la Fábrica de Armas, y con referencias que buscan llamar la atención del lector como el Callejón de los Muertos, el odio de Doménico aparece enfocado sobre todo hacia los protagonistas de la violencia machista, aunque también toca temas de gran actualidad como la pederastia, la homofobia o el sadomasoquismo.
Afanado en estos momentos en el último libro de esta trilogía, Manuel Peiteado, que reconoce su afición a las novelas de suspense y espionaje de John lé Carré, aunque en literatura y cine admite ver y leer casi todo, adelanta que esta tercera parte supondrá “poner fin a la trama secreta en la que está enfrascado desde que tenía veinte años” el personaje principal. Ahora bien, debido a la “adicción” que ha generado el papel de Doménico, llamado así en alusión al Greco, el puertollanense no descarta escribir nuevas tramas con este mismo personaje en futuras novelas. Con muy buenas críticas cosechadas, Peiteado recomienda esta obra autopublicada que se puede adquirir vía internet a “cualquier lector adulto y al público en general”.