“¿Quién es dueño de sus sueños? ¿Es deseo o es razón lo que nos guía y orienta? ¿Qué nos distingue de la bestia que encarna nuestras pasiones? ¿Es la razón una represión que nos permite vivir en sociedad? ¿Puede un ser aislado desde su nacimiento, abandonado a su propio raciocinio, no engendrar el monstruo: esa hipertrofia de la razón desconectada de la experiencia sensorial que nos humaniza?”, con estas dudas nos introduce Carles Alfaro, director de la obra “La vida es sueño [vv. 105-106]”, en la esencia del texto de Calderón de la Barca, interpretado por los actores Alejando Saá, Vicente Fuentes, Enric Benavent y Rebeca Valls.
“La vida es sueño” cuenta la historia de un rey, trastornado por la muerte de su esposa el mismo día en que da a luz a su primogénito, da crédito a la interpretación de las ciencias astrales que determinan la fiereza del recién nacido y la consecuente debacle que su reinado comportaría. Aterrado, oculta su existencia aislándolo en un encierro del que solo se ocupa su más fiel cortesano. Sin embargo, treinta años más tarde, llegada la hora de nombrar un heredero a su corona, se cuestiona si cometió un error y decide salir de dudas poniendo a prueba al monstruo que ha estado alimentando en la oscuridad.
Según ha explicado el director de la obra en rueda de prensa, se trata de una versión “fiel” a la poética y a los dilemas filosóficos que el autor plantea en la obra original con el fin de representar las emociones de los personajes a través de las “vidas paralelas” de Segismundo y Rosaura y Clotaldo y Basilio.
Alfaro ha destacado que en la creación de esta obra han respetado casi al 100% la fidelidad del texto de Calderón y que se ha intentado actualizar de manera que se ahonde en los sentimientos de los protagonistas de la obra, aunque siempre “manteniendo intacta la métrica y la poética de Calderón”.
El actor que interpreta a Segismundo, Alejandro Saá, considera de “horrible e intenso” interpretar a un personaje al que le surgen tantos dilemas y tantos conflictos. La evolución que vive Segismundo la describe como “dura y maravillosa”, ya que se pasa de la más completa violencia en la que el protagonista se comporta como un monstruo, hasta que se perciben en él atisbos de humanidad al perdonar la vida a su padre, el ReyBasilio.
Los espectadores podrán disfrutar de esta obra esencial de Calderón de la Barca el viernes 21 y el sábado 22 de julio en el Teatro Municipal de Almagro.