El Formac Villarrubia lleva varias jornadas sin perder, pero el sabor que deja el momento blanquiazul no es el más dulce. Ni siquiera en las victorias, como la del pasado sábado ante el Miguelturreño cuando un gol de Rubén Moreno a falta de dos minutos para la conclusión sirvió para sacar las castañas del fuego. Y es que no termina de encontrar la tecla el equipo de Manolo Alfaro, ni siquiera en las derrotas. Ante el Reño, los blanquiazules dominaron prácticamente todo el encuentro y tuvieron las más claras para haber sentenciado, pero, de nuevo, la toma de decisiones, según el técnico, y la alta de pegada, condenaron al equipo al sufrimiento.
“Pienso que no ha sido ninguna sorpresa que nos lo pusiera tan difícil el Miguelturreño. En la segunda parte nos equivocamos en el juego, tanto en el pase corto como en el pase en largo, y lo pagamos”, señalaba Alfaro tras la conclusión del encuentro mientras entendía a la grada a la hora de decir que “es normal que la afición se haya ido molesta, por lo que toca pedir perdón a la afición por no haber hecho un buen partido ante el colista”, aunque quería matizar que “tienen parte de razón, pero jugar con el último no significa que haya que ganar y golear”.
Una vez más, el técnico alcalaíno volvía a señalar como clave la toma de decisiones y la calidad en algunos momentos del partido. “Insisto que nos falta tomar las decisiones mejor y saber leer mejor los partidos. Nos falta calidad en las últimas acciones” subrayaba Alfaro mientras aseguraba que “nosotros entrenamos mejor que jugamos, por eso me sorprende y me frustra”. Por todo esto, lamentaba, en cuanto a sensaciones, que “es una victoria amarga porque pudimos haber ensayado cositas y haber hecho más cambios”.