Poco después de que España consiguiera meter la cabeza en la semifinal del Eurobasket ganando a Alemania gracias a un magnífico final de tercer cuarto, en Puertollano medían sus fuerzas un equipo español, el Gran Canaria, y otro alemán, el Alba de Berlín, en el II Trofeo Luis Casmiro Ciudad de Puertollano. En el banquillo de los canarios, el titular del trofeo, el entrenador de Villamayor, el ex del Puertollano, el ganador de una liga mágica con el TDK… Vaya, don Luis Casimiro. En el otro, su antecesor en Gran Canaria, y en Málaga y Sevilla, seleccionador nacional, una institución en el Joventut, en el Barça, un tipo que no necesita apellido porque le basta con su nombre: Aíto, una leyenda.
El choque se celebró en el Antonio Rivilla. El año pasado, con la visita del Estudiantes en la primera edición, los organizadores, el Basket Atlético Puertollano, optaron por el Luis Casimiro, más modesto. En esta ocasión, el pabellón industrial presentó una buena entrada para presenciar un choque muy igualado, entre dos equipos que miran hacia arriba.
Los alemanes dominaron la primera mitad, si bien siempre con los canarios pisándoles los talones. A los cinco minutos, los germanos mandaban por tres (8-11), pero la reacción de los de Casimiro los acercó hasta el 15-16. Sin embargo, la reacción final teutona les permitió llegar al final del primer cuarto cinco arriba con un triple final (21-26). La mala noticia fue la lesión de Sabih Rabaseda. El jugador amarillo tuvo que retirarse por un golpe en un lance del juego y habrá que espera a ver cuál es el alcance de sus problemas.
El segundo cuarto vio cómo los de Aíto García Reneses ponían tierra de por medio hasta alcanzar los nueve puntos (26-35), pero tampoco entonces bajaron los brazos los amarillos que remontaron de nuevo (31-35), obligando a los alemanes a solicitar tiempo muerto. Al descanso se mantuvo la desventaja canaria (37-41).
El Gran Canaria consiguió darle la vuelta al marcador en el minuto cinco de la segunda parte. Los españoles se adelantaron 48-47 después de mucho tiempo de ir persiguiendo a los alemanes. Con mucho trabajo, los de Luis Casimiro consiguieron agrandar un tanto la brecha (57-53) hasta que se llegó al final del cuarto con los canarios nueve arriba (66-57).
Lejos de bajar el ritmo, el Gran Canaria salió mejor en el último cuarto. Los alemanes no podían con el buen hacer de los de Casimiro, que a falta de cinco para la conclusión alcanzaban la máxima renta hasta entonces, +14 (75-61). Eran los mejores momentos de los canarios, que fueron de menos a más en un encuentro que acabaron llevándose por 85-73.