Finalizó la Liga Asobal con una gran decepción para el jugador ciudarrealeño Álvaro Torres, que ha descendido con su equipo, el BM Villa de Aranda, a la División de Honor Plata, categoría en la que milita el BM Alarcos, el club en el que creció como jugador y del que se marchó el pasado año con destino a la primera división nacional.
El conjunto burgalés dijo adiós a Asobal tras seis temporadas al caer en su pabellón ante el Ademar León por un resultado de 29-34. A ello se unió la victoria del Cangas ante el Bidasoa por 31-27, triunfo que deja a los gallegos en la categoría de Asobal.
Otro ciudarrealeño, el pivote Rubén Marchán, natural de Manzanares, vivió la otra cara de la moneda, ya que su equipo, el Benidorm, sí que ha sellado la permanencia al empatar con Puente Genil (29-29) y conseguir el punto necesario para el objetivo.