Este sábado se disputa la última jornada de la Liga Asobal. Como casi siempre desde que desapareciera el BM Ciudad Real, el campeón hace ya mucho tiempo que se decidió: el Barça. Pero por abajo las cosas están mucho más interesantes y con intereses ciudarrealeños en juego.
El Sinfín ya está descendido y jugará la próxima temporada con el Alarcos. Falta una plaza y hay tres equipos que tratan de evitarla. En dos de ellos militan jugadores provinciales y tienen muchas posibilidades de mantenerse. El que peor lo tiene es el Cangas, que tiene que ganar y que pierdan el Villa de Aranda, del que forma parte el central malagonero Álvaro Torres, o el Benidorm, en el que juega el pivote manzanareño Rubén Marchán.
Las malas noticias para los burgaleses es que se miden al segundo, un Ademar León que no se juega nada más que la honra y en el que no estará, por culpa de una lesión en el hombro, otro ciudarrealeño, Juanjo Fernández.
El Benidorm es el que, a priori, lo tiene más sencillo, pues se mide a sus “vecinos” del Puerto Sagunto que, ya salvados, les preceden en la clasificación.
Los pontevedreses, por su parte, reciben a un Bidasoa que tampoco se juega más que el honor.
Jornada de infarto, pues, para dos ciudarrealeños que quieren seguir siendo de Asobal.