La temporada del Caserío ha sido, a juicio de sus responsables, muy provechosa. Ciertamente, el listón estaba muy alto con la clasificación la pasada para la fase de ascenso, pero los amarillos han emprendido un camino que quizás llame menos la atención, pero que parece bastante transitable. “Nuestro objetivo no es el ascenso a Asobal, sino perdurar”, apunta el presidente de la entidad, Antonio Caba, que adelantó el dato de que el presupuesto de esta campaña se había saldado “con deuda cero” y que se había reducido la que se arrastraba en “20.000 euros”. Los detalles del cómo y el cuánto, quedan para la próxima Asamblea casera.
El director deportivo y entrenador del primer equipo, Santi Urdiales, continuará, salvo enorme sorpresa, dirigiendo a los amarillos. “Es la pieza angular sobre la que se asienta el proyecto”, asegura Caba. “Todavía no nos hemos sentado a hablar, pero cuando hay deseo por ambas partes, seguro que no hay problema”, confirma Urdiales, que ve el proyecto continuista “con ilusión. Trabajar con la cantera, con los chavales que van saliendo de los colegios, es muy gratificante. Esta temporada, teniendo en cuenta que lo más importante era garantizar la estabilidad, hicimos un equipo cien por cien castellano-manchego, un noventa por ciento ciudarrealeño. Era un equipo muy joven y hemos sido capaces de ganarles a todos excepto a Antequera. Nos ha faltado regularidad, especialmente fuera de casa”.
En parte, las lesiones han sido las responsables de que el Caserío no estuviera peleando por una de las dos primeras plazas, pero Urdiales no quiere poner excusas. De hecho, “hubo un momento en que me excusé, tal vez para quitar presión a la plantilla. En el tramo final, dimos un puñetazo y nos concienciamos de que los que estábamos teníamos que sacar adelante los partidos y esa fue la clave del buen tramo final de temporada. Las lesiones, además, han permitido que los más jóvenes hagan un ‘máster’, ganando experiencia y la evolución ha sido magnífica”.
Para la próxima temporada, presidente y entrenador abogan por repetir la fórmula, aunque tendrá que haber cambios obligatoriamente, porque dejan el equipo Quillo, que se retira; Jaime Torres, que se va a estudiar a Granada; y Alberto Relucio, que hace lo propio a Madrid. Además “tenemos varias dudas por motivos de estudio. Necesito saber cuanto antes lo que van a hacer para diseñar la plantilla”, explica Santiago Urdiales, al que le hubiera gustado “no tener que cambiar seis o siete jugadores, pero no hay otro remedio. Por otro lado, eso nos da la oportunidad de dar paso a jugadores jóvenes”.
“No creemos en proyectos Express”, dice Antonio Caba, “el rumbo es permanecer y llegar lo más lejos posible”.