La temporada de balonmano comienza, en su máxima categoría, con la Supercopa, que en esta ocasión se disputará en Ciudad Real. Pero antes hay siempre un aperitivo, la Gala Asobal, que echa la mirada atrás, a la pasada temporada, para premiar a los mejores. Precisamente eso no es lo que hizo el presidente del BM Alarcos, Juan Pablo Marciel, anfitrión de la Supercopa, que en su intervención quiso mirar hacia delante. “No vivimos en el pasado, estamos pensando en el futuro. Sin Ciudad Real, ASOBAL no está completa”, explicó Marciel. En la misma línea se expresó Antonio Rosales, presidente de la Andaluza y que estaba en Ciudad Real en representación de la Real Federación Española de Balonmano, que en su intervención afirmó: “Ciudad Real vuelve a acoger al balonmano español. La magia del Quijote provocará el ascenso”.
La alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, insistió en una idea que ya esbozó en la presentación de la Supercopa. “Ciudad Real respira balonmano. El Quijote Arena se siente fuerte”, aseguró la primera edil.
Durante la Gala, se premió al siete ideal de la pasada temporada, compuesto por Gonzalo Pérez de Vargas, Ángel Fernández, Adriá Figueras, Víctor Tomás, Costoya, Raúl Entrerríos y Kiril Lazarov, además de a Rafa Guijosa como entrenador. También se reconoció a un viejo conocido de la afición ciudadrealeña, Viran Morros como mejor defensor, Kauldi Odriozola como mejor debutante en Asobal y José María Márquez como máximo goleador. Raluy y Sabroso verán reconocida su labor como mejor pareja arbitral. Morros se mostró “encantado” de regresar a Ciudad Real.
El momento culminante de la Gala llegó cuando se desveló el MVP de la pasada temporada, galardón que recayó en el meta del FC Barcelona, Gonzalo Pérez de Vargas.