El Caserío cambia esta semana el Quijote Arena por el Puerta de Santa María. Allí recibirá a partir de las 16:30 al Montequinto en el último encuentro antes de un parón navideño que va haciendo falta “porque para un equipo amateur, entrenar cuatro días a la semana, jugar después, no descansar casi nunca, es complicado”, reconoce el míster casero, Santi Urdiales, que, antes de desconectar, aunque sean solo diez días, de balonmano, quiere dejar los deberes hechos, venciendo al Montequinto “uno de los equipos de la zona alta, una de las mejores canteras de España y que cuenta con Campanario, un viejo conocido, un jugador decisivo en esta categoría”.
Los sevillanos son quintos, a un solo punto del Caserío. “Va a ser un partido del nivel de los que jugamos contra Gaes Málaga, Cajasur o Tenerife. Tendremos que hacer las cosas muy bien para llevarnos los puntos”, comenta Urdiales, que lamentó la derrota ante el Lasalle, colista, la pasada jornada: “Sabíamos que iba a ser un partido difícil, pero eran puntos importantes. Estamos trabajando en corregir lo que hicimos mal”.
Urdiales sigue teniendo la baja de Alberto, ya en el tramo final de su recuperación. A él se une Jabato, con una pequña rotura en el isquio. “No es importante”, explica el jugador, “pero al ser el último encuentro antes del parón, es mejor no arriesgar”. Jabato está “contento por lo que estamos haciendo a nivel colectivo. La clave para estar arriba será que seamos regulares a domicilio. Si lo hacemos, estaremos arriba. A nivel individual, creo que estoy mejorando en defensa, que es lo que me pedía Santi Urdiales y aportando lo que puedo en ataque”.
Como fin de fiesta, el Caserío tendrá el mismo sábado la cena de Navidad en el restaurante El Labrador.