El BM Pozuelo ha vuelto a sonar en España. Y lo ha hecho a lo grande, con un título de campeón. Hace dos años su equipo cadete femenino se proclamó campeón nacional y el pasado domingo, el mismo bloque de jugadoras, repitió este rotundo éxito en la categoría juvenil. Una nueva hazaña que refrenda el excelente trabajo del club y de su entrenador, Eusebio Angulo, en estos últimos años.
“Llevamos tres años trabajando juntas y este final ha sido el mejor posible para este equipo”, señala Pilar Izquierdo, la portera y capitana del BM Pozuelo juvenil femenino, que muestra el sentir que se ha vivido estas últimas horas desde dentro tras lograr la victoria en la final ante el BM Sanse (21-20): “Estamos en una nube, muy contentas. Sabíamos que lo podíamos hacer bien, habíamos trabajado mucho para ello, pero hasta que no lo consigues no te lo crees”.
Para la portera de 17 años y de la propia localidad de Pozuelo de Calatrava conseguir este éxito “todas juntas y después de mucho tiempo trabajando es algo muy grande”, y afirma que “ha sido diferente a hace dos años en cadetes. Entonces íbamos de ‘princesitas’, todos nos querían como rival. Ahora nos conocían más y nos veían de otra manera. Quizá sí hemos disfrutado más”.
“Somos una familia, llevamos tres años juntas y parece que nos conocemos de toda la vida. En la pista sabemos cómo jugamos y disfrutamos mucho”, explica la jugadora como una de las claves del éxito, a la vez que reconoce que el hecho de que varias como ella hayan competido esta temporada en Plata “nos ha venido muy bien para coger experiencia en partidos muy duros y para aprender a sufrir”. Un sufrimiento que han tenido en este Nacional, en el que han vencido con resultados muy ajustados e, incluso, en la tanda de penaltis, como en semifinales ante el Morvedre. Ahora la mayoría de jugadoras darán el salto la próxima temporada a la categoría sénior, muchas de ellas a ese primer equipo de División de Honor Plata.
Pilar, como capitana, fue la encargada de levantar el trofeo en la pista del pabellón de Zarautz (Guipúzcoa), en donde se celebró el torneo. “Después de tanta tensión acumulada, poder levantar la copa fue un momento muy especial”, relata la jugadora.
El campeón llegó en la madrugada del lunes a Pozuelo sobre las 2 de la mañana y fue recibido a lo grande por un buen número de padres y aficionados. En la tarde ayer lunes el equipo iba a tener una recepción oficial en el Ayuntamiento de una localidad ‘loca’ con sus ‘espartanas’. o