“Tras los excesos de las fiestas, la gente viene al gimnasio a redimir los pecados de Navidad. Todo el mundo hace nuevos propósitos y se marca objetivos para el año. Ocurre todos los años igual, -asegura Osuna-. Pero no todos los que deciden cuidarse aguantan en el tiempo. “Mucha gente se marca objetivos para un corto periodo de tiempo y si no ven avances se acaban desanimando, -señala-. Para conseguir esa rutina diaria de hábitos saludables hay que tener mucha fuerza de voluntad, constancia y también paciencia. Los milagros a corto plazo no existen”.
Cerca de 250 usuarios pasan por el Gimnasio del pabellón de la Ciudad Deportiva. Desde el pasado mes de mayo la instalación dispone de nuevos aparatos que han tenido una gran aceptación, “ya que son maquinas asistidas, muy fáciles de usar”.
Adrián Osuna realiza un balance muy positivo de esta década que lleva al frente del gimnasio. “Estoy muy contento, sobre todo por la gente que conoces y te relacionas. A la instalación le suelo llamar gimnasio social precisamente por esto”.
Osuna observa el trabajo de los usuarios, resuelve dudas, da consejos y ofrece planes de trabajo a quien se lo pide. Con él trabajan otros monitores y técnicos del área de Deportes como José Ángel Benito, Carmen Belén Ruiz, Jesús Galera y David Madrigal. “Entre todos ayudamos a la gente que viene a que cumpla sus objetivos que en la mayoría de los casos están relacionados con el deporte y la salud”.