El Manzanares FS Quesos el Hidalgo cerró la primera vuelta de la competición en la decimosegunda posición de la tabla, con 14 puntos (cuatro victorias, dos empates y nueve derrotas), un puesto aceptable para un recién ascendido a la Segunda División del fútbol sala nacional y que está tres puntos más que la zona de descenso encabezada por el Elche (11 puntos).
Sin embargo, Carlos Sánchez, entrenador del equipo manzanareño, se mostró autoexigente, al igual que su plantilla: “Es cierto que estamos contentos, pero no satisfechos. Creemos que deberíamos haber sacado algún partido más tanto en casa como fuera, lo que nos habría permitido quizá, estar un poco más arriba en la clasificación”, explicó en declaraciones a la web de la Liga Nacional de Fútbol Sala.
Para el técnico madrileño, los suyos afrontan la segunda vuelta “con la ilusión de mejorar los números de la primera, y con la obligación de cumplir el objetivos de club, que no es otro que mantener la categoría y conseguir la permanencia”.
El conjunto manchego es uno de los equipos que ha realizado movimientos en el mercado invernal. La llegada de Pichón aportará dinamismo al juego del Manzanares FS, como afirma su entrenador: “Nos va a dar algo que no teníamos en la plantilla. Es un jugador que aparece muy bien entre líneas, que hace jugar, que da ritmo y velocidad. Es el clásico prototipo armador de juego”.
Una Segunda División de exigencia máxima
Tras la disputa de la primera vuelta, el madrileño coincide en que “el nivel de la categoría esta temporada me parece máximo. De los últimos años la más igualada. Estamos ante una Segunda División de la mayor exigencia. Cualquier equipo puede ganar independientemente de la posición que ocupe en la tabla”.
Por último, Carlos Sánchez desvelaba su principal deseo para el nuevo año que acaba de comenzar: “Mi deseo es conseguir el objetivo del club que no es otro que la permanencia. Además, espero que nos mantengamos como hasta ahora, sin lesiones de gravedad en ninguno de los jugadores de la plantilla”.