“De qué color su pelo.
De qué color la luz.
No me acuerdo del cielo,
el mar creo que era azul.”
Azul. Qué bonito es el azul. Una pista azul. Una camiseta azul. Un color que atraviesa familias enteras. Qué bonito fue el humo azul de bengalas. La llegada al pabellón de Antequera, que en realidad fue como llegar a casa. La salida de los jugadores de Valdepeñas del autobús y el encuentro con esos locos buenos. Aún más bonito fue llegar al minuto 37 ganando 0-2. Fue fácil fantasear con la idea de que, por fin, Valdepeñas ganase en Andalucía desde que está en Segunda, de ser los primeros de la temporada que ganasen en Antequera, de ser los primeros que los dejasen sin marcar en casa. Demasiado bonito. Por eso no sucedió. Los peligros de Antequera, los que más daño podían hacer, acabaron apareciendo. David Velasco coloreó y Miguel Fernández, una mole, empató. Dolió. Dolió la forma, el momento y la rapidez con lo que todo sucedió. Dolió que otra vez un portero, pasase los límites de lo razonable. El de Antequera, fue uno de esos partidos que cuando acaban, no quedan ganas ni de levantarse del asiento. Ni de subirse al autobús. Y mucho menos, estar dentro de él casi 4 horas. La vuelta fue triste, silenciosa y oscura. Tanto que ni aparecieron la luna y las estrellas.
Por Navidad, a Valdepeñas le van a regalar dos partidos. Dos derbis. Puertollano en casa este sábado y Manzanares fuera el siguiente. Si en lugar de partidos, fuesen libros, le regalarían “El arte de la guerra” y “Escritos de un viejo indecente”, de Charles Bukowski. Uno sobre tácticas y estrategias militares. Otro sobre la vida; crudo, descarnado, visceral, sincero, enloquecido. Si en lugar de partidos, fuesen flores, le regalarían una rosa y un zarzal. Uno bonito y peligroso. Otro espinoso e inhóspito.
Para entender el presente, es bueno conocer el pasado. Lo que significa esta temporada para Puertollano, no se entiende sin conocer su última década. Por aquel entonces, Puertollano jugaba para ascender a Primera. Llegó a perder, de un modo cruel, el tercer partido de la final de play off por el ascenso, ante el Manacor de Pato, Gréllo y Miguelín. La temporada siguiente, el Antequera de Moli, Tete, Crispi y Da Silva, les hizo el pasillo de campeón. Habían logrado el ascenso directo. Puertollano vivió su sueño, jugó en Primera y quedó a 4 puntos de jugar el play off por el título de liga. Pero el asunto se torció y acabó mal, muy mal. Puertollano fue excluido de la liga por impagos arbitrales. A aquellos jugadores, que durante meses compitieron sin cobrar, no les dejaron jugar el último partido de liga. Fue injusto. No merecieron un final así. El club desapareció.
No tardó en salir el sol en Puertollano. Y siguieron soñando, nunca dejaron de hacerlo. Nació un nuevo club. El mismo sentimiento, pero con otro escudo, este rojo y con el Minero. Dos ascensos administrativos después, Puertollano lucha por alcanzar el play off de ascenso. Este sábado, jugará en el Virgen de la Cabeza. Allí estarán Borja, Nano y Dani Colorado. Ellos son pasado reciente y presente del fútbol sala de Puertollano. Ellos personifican, mejor que nadie, el sentimiento de la gente por el club. Porque ellos son de Puertollano. Allí viven, en su ciudad, con su familia, entre sus amigos, en el club de su vida. No pueden pedir más. Salvo la temporada de Tercera, siempre jugaron vistieron la camiseta roja. Si Nano es el líder del equipo, la autoridad moral en el vestuario, el que se pone el brazalete de capitán, a quien todos miran cuando las cosas van mal, Dani Colorado es el gol. Siempre lo fue. Esta temporada lleva 23. Muy cerca de haber marcado la mitad de los goles de Puertollano. Colorado ha hecho 17 en los últimos 6 partidos. Tres veces marcó 4 en una sola tarde. La confianza de este jugador debe ser descomunal.
Si imagináramos a un tipo tranquilo, capaz de conducir 75.000 kilómetros sin pisar el pedal del freno, ese no sería Marlon Velasco en el banquillo de Puertollano durante un partido. Porque a Marlon Velasco, de apenas 30 años, con cierto aire de joven corredor de bolsa, al que le gusta estar en el banquillo solo con camisa blanca y el nudo de la corbata roja abierto, vive los partidos como si de una frenética sesión bursátil se tratase. Con intensidad, con vértigo, con vehemencia. A Marlon Velasco le obsesiona el orden, le gusta la estrategia y exige que el jugador compita al máximo en los entrenamientos. Se considera un técnico defensivo, que cuando ataca, le gusta dar libertad al talento. No será fácil olvidar su nombre, no deberíamos hacerlo, porque llegará lejos. En Palma ya saben de su talento. En Puertollano también.
Un punto. Un punto hay entre Valdepeñas y Puertollano. Entre el ascenso directo y el play off. Pero eso son detalles que poco importan. Este derbi se juega para ganar, solo para ganar. Puertollano para seguir en su sueño inesperado. Valdepeñas para sumar, sumar sin pensar. Ya habrá tiempo en abril para pensar. El peligro de los de rojo, es que, ante todo son un equipo. Un equipo que lleva casi dos meses creciendo, ganando y goleando. Confiados y seguros de lo que hacen. Y además, vienen con Dani Colorado fuera de control. Pero Valdepeñas tiene fútbol para ganar a cualquiera. Tiene experiencia y madurez como para no dudar. Y además juega en casa. Porque jugar en el Virgen de la Cabeza es mucho. Debe ser bonito, saber que está en tú mano hacer feliz a tanta gente durante 40 minutos. Debe sacudir el alma, salir a la pista, con el escudo de los balones y las uvas en el pecho, y sentir que las tres gradas están de tú lado, que eres uno de ellos.
Será un partido de sentidos afilados, de piernas duras y dientes apretados. Un partido para no rendirse nunca, para que el amor propio de los jugadores de azul no les deje hacerlo. El Virgen de la Cabeza no les abandonará. Nunca lo ha hecho.
POCAS BAJAS EN UN PARTIDO QUE SERÁ TELEVISADO ON LINE |
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Mientras que el FS Valdepeñas sólo tendrá una duda para el derbi, la de Mimi, que arrastra problemas en el gemelo, el FSD Puertollano tendrá una baja, la ya sabida del portero Alberto Barranquero. El choque será retrasmitido en directo, on line, en el canal de CMM a través de este enlace https://youtu.be/jfYqncpt8mc |