Rodrigo López Herreros (12-1-1994) dejó la provincia en el verano del 2012 para tratar de hacerse un hueco en el fútbol sala profesional. Atrás quedó su infancia en las Escuelas deportivas de su localidad, Moral de Calatrava, y su crecimiento en el Salesianos Gárate de Ciudad Real. Quería crecer más, mejorar dentro del 40×20 de la pista y la oportunidad que le ofrecía ElPozo Murcia de hacerlo en su cantera era de esas que no se pueden dejar pasar.
Y allí en Murcia Rodri se hizo jugador y persona a base de exigentes entrenamientos, de nuevas lecciones de vida y de varapalos, como la grave lesión de rodilla que sufrió unas horas antes de viajar concentrado con la selección española sub-21 y por la que tuvo que ser operado. Luego llegarían varias lesiones más en la misma articulación, pero el ala zurdo se ha recompuesto siempbre a base de esfuerzo e ilusión para debutar con el primer equipo de ElPozo a las órdenes de Duda, ser campeón de Segunda con el filial y disfrutar el pasado curso de la Primera División con el Plástico Romero Cartagena (hizo siete goles y consiguió la permanencia). Esta campaña seguía en la máxima categoría de la mano del Naturpellet Segovia, pero ahora, este domingo, se hizo oficial su regreso a la provincia ciudarrealeña, al FS Valdepeñas, a escasos once kilómetros de su casa de Moral, localidad que cuenta con un buen número de socios y aficionados de este equipo.
“Estoy encantado de regresar a casa y jugar en el FS Valdepeñas”, recalca Rodri, que explica que su fichaje “fue muy rápido. Tanto Joan como Luis Palencia se preocupan siempre por mí. Me suele preguntar por cómo estoy. En este momento en el Segovia no tenía muchos minutos y llegué a un acuerdo con el club y con ellos para salir y venir aquí”.
Aunque empezó jugando con asiduidad en el presente curso con el conjunto segoviano, en las últimas jornadas “estaba contando poco para el entrenador. Yo me he roto tres veces la rodilla y quiero competir, tener minutos y disfrutar del fútbol sala. En el Valdepeñas he visto que tienen confianza en mí y por eso vengo”, apunta el ala de 23 años, que no considera ni mucho menos un paso atrás el haber bajado de categoría, “porque ficho por el equipo que ahora va líder de Segunda División y que tiene el objetivo de ascender. Qué mejor que conseguir subir a Primera con el equipo de tu tierra. Yo vengo al FS Valdepeñas a tratar de ayudar a lograrlo”.
Ese es el deseo de un Rodri que no podrá debutar hasta enero, cuando se permita jugar a los fichajes del mercado invernal de los equipos. De hecho, ya tiene la fecha marcada en rojo, el 13 de enero de 2018, cuando el FS Valdepeñas visite al Burela. Aún queda todavía un mes y medio para vestir la elástica azulona, mucho tiempo para un jugador, pero eso no ha sido impedimento para decidir aterrizar ya mismo en la Ciudad del Vino. “Al final si sabes que vas a ir a ese equipo sí o sí es mejor hacerlo cuanto antes, para entrenar y adaptarte lo antes posible”, dice.
Rodri comenzará a entrenar este lunes a las órdenes de Leo Herrera, al que conoce aunque nunca le ha entrenado previamente. El que sí que le ha dirigido ha sido Pau Yepes, el segundo técnico de los vinateros, que le tuvo en el Salesianos Gárate juvenil y al que le une una buena amistad desde entonces. También, por supuesto, el moraleño asegura conocer a toda la plantilla, especialmente al joven Juanan, ahora compañero con sangre también de Moral de Calatrava. Con todos ellos espera que su regreso a casa sirva también para regresar a Primera División de la mano del FS Valdepeñas.