ALMAGRO, 0 | LA RODA, 1 |
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Astillero, Giti, Agus, Carlos Ramos, Buda, Rivero, Luque, Santana (Martín, 62’), Pablo (Eric 70’), Raúl (Rami, 62’) y Juanlu. | Álvaro Peral, Nano, Manolo, Pelegrín, José Gutiérrez, Pablo García, Sicho, Iñaki, Zapata (Soufy, 92’), Alexandre, Planelles y Chicho. |
ÁRBITRO Sandoval Marchante, asistido por Arias Jiménez y Ruiz Juárez. Amarilla a l jugador local Rivero; y a los visitantes Alexandre, Nano, Álvaro Peral. |
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GOLES 0-1 (86’) Zapata |
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INCIDENCIAS Manuel Trujillo de Almagro. Unos 600 espectadores. |
El Almagro estrenó equipaciones. Al rojo le añadió, en un partido que empezó cinco minutos antes, bandas blancas en los hombros. El estreno estético vino acompañado de alegría en el juego y ningún botín. La Roda ganó con un tanto al final. Una derrota de las que duelen, sobre la que reflexionar, porque dejó cosas buenas y malas.
Chule apostó por dar confianza al equipo que salió goleado de Casas Ibáñez. Repitió e once, salvo la entrada de Juanlu, que cumplía sanción, por Martín. El equipo respondió a la confianza de su técnico haciendo una primera parte seria, en la que fue imponiendo su estilo ante un La Roda que amenazaba especialmente por la banda derecha, territorio de Chicho, de lejos el más peligroso del equipo albaceteño. Además, Agus, a pie cambiado por culpa de las muchas bajas que sigue arrastrando el equipo calatravo, hasta seis, sufría para pararlo. De sus botas salieron las ocasiones más claras de los visitantes, que amenazaba con el siempre amenazante Zapata. Un cabezazo suyo, después de un córner pasado que José Gutiérrez devolvió al área chica pudo ser el primer tanto del partido, pero Astillero sacó una mano milagrosa, casi imposible, para mantener el empate. Era el minuto 23 y antes de eso, casi nada más empezar, el partido podría haber sido otro si Sandoval Marchante hubiese pitado falta cuando Pablo se marchaba para encarar al meta rodense. Hubiese sido otro porque José Gutiérrez hubiera visto la roja. El caso es que el colegiado no lo vio y el partido es el que contamos y no otro.
Ala media hora, el Almagro tuvo su ocasión más clara, en una magnífica progresión de Juanlu que terminó con un pase a la banda derecha, donde Luque centró y Pablo, solo en el centro del área, cabeceó picado, un poco desviado cuando lo tenía todo a su favor.
Por entonces, el Almagro se había hecho con el partido. Los rojillos tenía mayor presencia, más posesión y merodeaban con frecuencia el área visitante, si bien es cierto que sin demasiado peligro. Lo más destacado, un córner que remató Juanlu fuerte. Rechazó de nuevo a córner Álvaro Peral. Así se llegó al descanso.
La segunda parte nació con otro olor y Zapata tuvo la primera nada más comenzar. Se internó por la derecha y su disparo, seco y abajo, lo repelió como pudo Astillero. Más clara fue la siguiente, en una falta lateral que el mismo Zapata enganchó de volea a bocajarro. Se le fue alto, pero el Trujillo se asustó. Se fue un tanto el miedo con una preciosa jugada de Raúl que filtró un pase para que Luque probara suerte, pero su disparo lo repelió un defensor.
De cualquier manera, Chule decidió mover el banquillo, a ver si cambiaba el aire. Metió a Martín y Rami, más toque, por Santana y Raúl, perdiendo algo de fuelle. Los rojillos recuperaron la alegría. Martín dejó un par de gotas de su esencia nada más salir. Chule quemó todas sus naves a veinte minutos del final, haciendo debutar en Almagro a Eric Same. Nada más salir el camerunés, un enorme centro de Luque lo remató acrobáticamente Juanlu ante Álvaro Peral. Como quince minutos antes la de Zapata, el balón se volvió a marchar un poco alto. De cualquier manera, el movimiento almagreño había surtido efecto y eran los visitantes los que volvían a llevar el peso del encuentro. Juanlu rozó de nuevo el gol en el 78, con un tiro dentro del área. Menudeaban las ocasiones pero no llegaba el ansiado gol.
El partido estaba bonito, vistoso y Zapata pudo marcar en un cabezazo demasiado bajo, demasiado flojo. Poco después Álvaro Peral le dio un cabezazo a Rivero. El árbitro, vayan ustedes a saber por qué, le sacó amarilla a los dos. Redondeó su nefasto final de partido no pitando una clara falta en una contra rodense, que terminó en un enorme paradón de Astillero a Chicho. Sin embargo, no pudo con la siguiente jugada, en una indecisión calatrava en el área que aprovechó, quién si no, Zapata, que regateó al meta daimieleño para hacer el 0-1, un enorme jarro de agua fría para un Almagro que atisbó el camino de la mejoría, pero aumentó el peso de la ansiedad por no ganar.