Darío Martín terminó el encuentro ante el Marchamalo con un sabor entre la rabia y la impotencia. No estaba enfadado el técnico auriverde, ni tampoco triste. Era un aroma con sabor a rabia y a impotencia. Porque el Atlético Tomelloso dominó prácticamente todo el encuentro, pero el partido recordó a otros ya vividos como contra el Mora o contra el Almansa donde, después de coleccionar una decena de ocasiones clarísimas, terminó empatando el partido. En pocas palabras, que tanto perdonó el conjunto auriverde que terminó pagándolo.
Y es que la primera ocasión de Gallego a los tres minutos de partido y la ocasión de Del Barco a los tres minutos de la reanudación cambió de lleno el signo del partido. Porque si el día contra el Manchego entraron los goles de Gascón y Del Barco en los comienzos de ambas partes, el pasado domingo, la pelotita dijo no y solo fue capaz de entrar desde el punto de penalti, como el que transformaba Santi Cabeza poco más allá del ecuador de la segunda mitad.
“Hay partidos que se ponen de cara pronto y otros que no”, comentaba en medio de un suspiro el entrenador del Atlético Tomelloso. Y es que, para el mister, “si entra la de Gallego a los dos minutos, el partido hubiera sido distinto”. No quería oír hablar de mala suerte pero sí de “mala puntería”. Pero sobre todo, una de las cosas que más desquició a ambos equipos fue el mal estado del terreno de juego del Paco Gálvez. “Lo del terreno de juego es lamentable”, aseguraba Darío mientras comentaba que “en una siembra se juega mejor que en éste. Para colmo, ahora Mena ha caído lesionado, el balón parecía una liebre, no se podía rasear, ni jugar…”
En definitiva, el entrenador del Atlético Tomelloso se lamentaba porque “tuvimos muchas ocasiones y no fuimos capaces de marcar, por eso me voy decaído, porque creo que pudimos ganar y para colmo, para una falta que defendemos mal, nos llega el tanto del Marchamalo”. En este sentido apuntaba que “nos faltó esa pizca de veteranía para haber sabido leer mejor el partido”.
Respecto a los cambios, donde el mister tan solo hizo uno, explicaba que “tras el gol iba a salir Ivi, pero el gol del empate nos condicionó demasiado y al final no lo saqué por mera decisión técnica”. Por otro lado, mostraba su preocupación por la rodilla de Mena explicando que “a él le duele bastante, la tiene inflamada y esperemos que solo sea un esguince”. Resumía, para concluir, que “hicimos todo para ganar, pero no entró la pelota”.