CD MIGUELTURREÑO 1 |
ALBACETE B 4 |
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Ruiz Caba (Javi, 68’), Juanma, Lope, Víctor, Garceso, Capi, Albertillo, Nene, Custodio (José, 45’), Tabú (Cristiano, 34’) y Luis Manuel. | Hugo, David, Germán, Ángel, Cano, Sanjuán, Mada (Kain, 75’), Varo, Alfon (Fer, 83’), Lander y Forján (Michael, 72’). |
ÁRBITROS Pardo Matamoros, asistido por Corral Vázquez y Merencio Valle. Mostró cartulinas amarillas a los locales Nene, Víctor, José, Juanma; y a los visitantes Forján, Sanjuán, Alfon, Germán. |
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GOLES 1-0 (9’) Lander; 1-1 (63’) Cristiano; 1-2 (65’) Garceso (pp); 1-3 (77’) Michael; 1-4 (83’) David (p) |
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INCIDENCIAS Municipal de Miguelturra. Unos 300 espectadores. |
Nueva derrota del Reño. En este caso, el Albacete B, que es mejor equipo, se llevó los tres puntos, gracias, entre otras cosas, a que supo reaccionar de inmediato cuando empató el equipo de Rojas, que no tuvo suerte, ni en el 1-2, que se marcó Garceso, ni en el 1-3, en el que Javi no estuvo acertado, ni en el 1-4, un penalti precedido de una mano visitante que no vio el colegiado.
Cuando se juega en un terreno en las condiciones en las que está el Municipal de Miguelturra lo que pasa se parece al fútbol, pero no es exactamente eso. Más bien es una sucesión, interrumpida por balonazos al aire, de jugadas a balón parado. Con un campo en el que el balón no rueda, sino que salta, los jugadores, para no andar con el alma en un puño, como cuando cae el impredecible balón de rugby, optan por pegarla cuanto más alta mejor, a ver dónde cae.
Curiosamente, en la primera parte, el único tanto no llegó a balón parado, sino en una internada de Mada, el más peligroso del filial blanco, de rosa este domingo, que a duras penas logró controlar y la puso atrás para que la empujara Lnader en el área chica. No se habían cumplido los diez minutos y el tanto no cambió el guión del choque porque en el contexto churriego actual no hay quien lo cambie: los dos equipos se dedicaron a hacer lo único que podían. Y así, fueron cayendo, aisladas, pespunteadas, insulares, las ocasiones, siempre de falta. A llos 20 minutos, Tabú, que después tuvo que retirarse con un problema en el tobillo, probó en una falta lateral a Hugo, que despejó. Después probó suerte David en una falta con efecto, pero no el suficiente. Más tarde fue el Albertillo el que la pegó, cantó Hugo y nadie llegó para hacer el empate. La última, también de David. Ruiz Caba despejó como pudo.
Se llegó al descanso para que los dos equipos repusieran fuerzas de cara a la batalla del segundo tiempo.
Por supuesto, todo siguió igual y la primera oportunidad, por decir algo, fue una falta de Nene que despejó Hugo. La siguiente fue también local, de Juanma y esta vez, para variar, no a balón parado, sino uno de esos rechaces que Luis Manuel lo convirtió en un buen pase para Juanma que se inventó un disparo que puso en muchos apuros a Hugo. El partido se animó y Mada protagonizó una internada que no se convirtió en gol por muy poco.
La mejoría local acabó viéndose reflejada en el marcador, gracias a dos jugadores que no habían estado en el once inicial. José apuró la línea de fondo y la puso atrás, donde encontró la cabeza de Cristiano.
La reacción albaceteña fue inmediata. Primero Cano con un zapatazo lo intentó, pero repelió muy bien Javi, que había sustituido a Ruiz Caba. Y acto seguido, un centro chut de Alfon lo despejó mal Garceso y el cuero acabó en las mallas locales para poner de nuevo en ventaja a los albaceteños.
El Reño no se arredró. Loos de Rojas estaban siendo mejores en la segunda parte y José, esta vez sí de falta, a punto estuvo de empatar de nuevo poco después. Pero el filial no estaba dispuesto a que el Reño se le subiera a las barbas. El recién entrado Michael hizo el 1-3 con la colaboración de Javi, que no detuvo su tiro cruzado.
El gol hizo mucho daño al Reño, que se lanzó a por el gol, descuidando la espalda, por donde en la primera contra le cayó un penalti. Lo hizo Víctor sobre Alfon. No debió señalarlo el colegiado porque el delantero había controlado con la mano, pero lo hizo y David anotó el cuarto, un castigo excesivo para un Reño que se queda muy descolgado, ya a nueve puntos de la salvación.