El Atlético Tomelloso se llevó el pasado domingo el derbi ante el Manchego. Los de Darío estuvieron muy serios y la pegada fue fundamental en esos primeros minutos de cada tiempo para asestar dos golpes casi irreversibles. Primero fue Gascón, con una obra de las suyas, esas que donde pone el ojo pone el pie. El genio mandó una volea rasa y ajustada a la cepa del poste. Imposible para Sergio. Tras la reanudación, Gallego robó un balón en el centro del campo y sirvió un pase perfecto a Del Barco que definió por bajo ante la salida de Sergio. Más tarde, y tras detener el meta mancheguista un penalti a Gallego que pudo ser el 0-3, el delantero auriverde se quitó el cargo de conciencia con un soberbio golazo que se coló por la escuadra izquierda.
Pasar página
Sergio Inclán compareció en rueda de prensa tranquilo y apuntó que “el partido estuvo condicionado por el primer gol del inicio y por el segundo del inicio del segundo tiempo”, es decir, que “los goles marcaron el devenir del encuentro. En este sentido, el asturiano reconoció que “ellos tuvieron el partido donde quisieron y quizá nos enzarzamos en una guerra que no nos convenía”.
A pesar de la derrota, Inclán apostaba por “pasar página cuanto antes porque no estuvimos finos ni contundentes y hay veces que, por mucho que te empeñes, no salen las cosas y punto”. Cuestionado por el árbitro, el avilesino se mostró políticamente correcto y señaló que “es cierto que el árbitro permitió varias cosas que nos descentró, pero creo que tuvo que haber defendido el espíritu del juego que no es otro que dar continuidad y jugar”. Por último finalizaba diciendo que “no hay que volverse locos; todo salió al revés y hay que pasar página”.
Ideas muy claras
Por su parte, Darío se mostraba satisfecho por la victoria de los suyos pero con cierto mal sabor de boca por su expulsión. Subrayó en primer lugar que “hicimos un partido muy completo desde el minuto uno hasta el noventa” y elogió la palabra equipo al explicar que “al faltar tanta gente importante, todos los jugadores han arrimado el hombro y han trabajado como un verdadero equipo”.
A pesar de la pegada de los suyos con esos tres goles, el técnico del Atlético Tomelloso recordó que “también fallamos un penalti y varias ocasiones, por lo que pudimos marcar algún gol más”. Refiriéndose al partido, feo en algunas fases para el espectador y bonito de intensidad tal y como vaticinó en la previa, Darío aseguró que “a veces hay que jugar como un equipo pequeño para ganar como un equipo grande, pero teníamos las ideas muy claras”.
Cómo no podía ser de otra manera se le preguntó por su expulsión, a lo cual argumentó que “prometo por mis dos hijos que no le he dicho nada. Me dirigí a Ibou para decirle que se dedicara a jugar al fútbol porque dejó a Manu con un bollo en la cabeza y con los tacos en la espalda. Y le pregunté que por qué había añadido cinco minutos en el primer tiempo cuando dijo que cuatro. Está claro que no podemos hablar con los árbitros”. Además, reconocía que “he cometido un error, lo asumo y acataré la sanción, pero el jugador que da un codazo y le clava los tacos en la espalda de mi jugador se va con una sola amarilla”. No obstante, Darío finalizó diciendo que “es un buen árbitro que no tuvo demasiada suerte” y aseguró que “en este campo hay que jugar así porque el Manchego es un equipo muy bien trabajado y muy bien dirigido”.