Francisco José González Vilches, conocido como Kiko Vilches, ha empezado esta semana a tratar de implantar su sello en el Almagro. El nuevo técnico del equipo rojillo ha dirigido sus dos primeras sesiones de entrenamiento el pasado martes y miércoles, y ya ha podido percibir unas sensaciones iniciales de cómo está el vestuario de un conjunto que ha cerrado la primera vuelta en la zona de descenso.
“Lógicamente los jugadores están anímicamente algo jorobados por la situación, pero yo les he visto con muchas ganas de trabajar. Muchos de ellos están curtidos en Tercera División y son conscientes de que no están haciendo una buena temporada. Pero hay mucha actitud”, expresa el nuevo preparador rojillo, que no cree que en estos momentos “tenga que imponer mano dura. Hay que dar cariño”.
Vilches, que reside en Toledo, se trasladará todos los días de entrenamiento a Almagro, un viaje de hora y cuarto en la ida y lo mismo en la vuelta que, al menos, lo hará en el coche con su ayudante en el banquillo Ariel Roth, argentino que militó, entre otros, en el Toledo, en Segunda B, o en el Yuncos y Consuegra. De momento lo ha hecho en esas dos ocasiones apuntadas en las que el trabajo principal “ha sido el anímico y algo de táctica, para empezar a dar mi toque al equipo”. En este sentido, el talaverano opinó que “por dentro la plantilla está bien, hay un bloque sólido, pero por banda falta gente para hacer daño, con desborde. No creo que el principal problema haya sido la falta de gol, sino el generar ocasiones”.
Para mejorar esos extremos, el nuevo míster del Almagro reconoció que se está buscando algún fichaje que refuerce esa posición. Hay que recordar que este pasado jueves el club hizo oficial la incorporación de un delantero, Miguel Fuentes: “Nos vendrá bien, arriba necesitábamos un delantero con un perfil distinto al de Pablo”.
Sobre la situación en descenso, Vilches expresó su optimismo en subir hacia posiciones más arriba de la tabla: “Hay equipo para salir de ahí. Pero aquí no hay varitas mágicas. Esto es cuestión de trabajo, de ir despacio, de ir día a día conociendo más a los jugadores”, apuntó el entrenador, que recordó que en su primer encuentro en el banquillo, el próximo 7 de enero, “tenemos una final contra el Pedroñeras. Será uno de los partidos más importantes de la temporada”. No en vano, si el Almagro es antepenúltimo, los conquenses son penúltimos con dos puntos. Será la primera gran prueba para el Almagro de Kiko Vilches.