En Tarragona pueden creer ahora que Nano Rivas está capacitado para obrar milagros. A falta de tres jornadas, el técnico ciudarrealeño cogió al Nástic en la zona de descenso de Segunda División con una más que complicada permanencia como objetivo y con unos duros rivales en el horizonte, el Girona, el Tenerife y el UCAM Murcia. El desenlace fue el más alegre posible para la parroquia grana: tres victorias en esos encuentros y la salvación para un equipo que cambió su imagen radicalmente para bien con Nano como jefe del banquillo.
Ante tal cúmulo de alegría tras la consecución de ese objetivo que parecía imposible hace unas semanas, no extraña que los medios de Tarragona apunten que el Nástic quiere que Nano Rivas continúe como entrenador del equipo en la próxima temporada. El presidente grana, Josep María Andreu, dejó claro que le encantaría que el ciudarrealeño fuera el líder del proyecto para el curso 2017/18 nuevamente en Segunda División.
Y Nano, que se tomó esta permanencia como un ascenso, se dejó querer en la rueda de prensa posterior al último choque ante los murcianos, si bien, también esos medios apuntan que a día de hoy hay un impedimento para esa renovación: el contrato que une a Nano Rivas con el Getafe hasta el año 2020. De hecho, el técnico entrenó esta pasada temporada al Getafe B de Tercera División y, tras finalizar la Liga, fue cedido al Nástic esos tres últimos partidos.
Así pues, desde Tarragona se incide en que para que Nano siga entrenando al Nástic en Segunda División el club tendría que llegar a un acuerdo con el Getafe para su traspaso o el propio técnico lo debería hacer a nivel personal y rescindiera su contrato con la entidad madrileña. El caso es que Nano Rivas ha aprovechado de la mejor manera posible la oportunidad que le ha otorgado el equipo tarraconense en la categoría de plata. Y ahora está en el punto de mira de parte del fútbol español.