Salvo la temporada pasada, cuando el equipo perdía la categoría, en los últimos tiempos el Paquito Giménez se ha caracterizado por ser un fortín. A ello se agarraban sin ir más lejos para cuajar dos excelentes campañas en Segunda B, en las que lograron la clasificación para jugar Copa del Rey, quedando a dos puntos de los play off de ascenso en la primera y disputándolos en la siguiente como terceros clasificados del grupo II.
Esa condición como decimos se perdió el pasado año, uno de los motivos que devolvieron al equipo a Tercera División.
Para esta nueva temporada, en la que los objetivos son de nuevo los más ambiciosos, ni que decir tiene la importancia de no dejar escapar los puntos en casa además de hacerlo medianamente bien a domicilio.
Inicio irregular en casa
El comienzo de los de Calleja en cuanto a resultados se refiere fue irregular, si bien fuera de casa los resultados estaban resultando buenos, era precisamente en el Paquito Giménez donde estaba costando más conseguir victorias. De este modo, el feudo azulón veía como el primer partido de la temporada en casa se saldaba con empate a cero ante el Almansa. Después alternó goleadas a Miguelturreño y Manchego con nuevos empates a cero ante Pedroñeras y Villarrubia para finalizar esta fase más negativa con la derrota ante el Guadalajara, la única en casa de la primera vuelta.
Pero a partir de ese partido ha sido cuando ha llegado el resurgir del ‘Socu’ en el ‘Paquito’, donde de los siguientes 15 puntos solo cedía un empate contra el Ibañés, haciendo pleno con Almagro, Albacete B, Villarrobledo y este pasado domingo ante Quintanar del Rey.
Con seis victorias, cuatro empates y una derrota, los socuellaminos tienen varios equipos con mejores números en su propio estadio, pero lo que es evidente de un tiempo a esta parte es que la fortaleza y la confianza en casa se han recuperado y el ‘Paquito’ vuelve a ser un fortín, algo tan necesario para conseguir el campeonato.