Eva Martín
Deportes hay muchos en el mundo y muy variados, y en concreto los que se llevan a cabo en el agua no pasan desapercibidos. Esta atención se recibe en especial en la costa gallega, donde la idea de disfrutar del mar de todas las formas posibles no deja indiferente a nadie.
De entre todos los deportes acuáticos hay uno que destaca por encima de los demás y que se presenta como el gran protagonista del verano: el surf, una práctica que atrae cada vez más a nuevos adeptos y curiosos, deseando sentir las olas por debajo de sus pies. No hay duda de que el surf engancha y fascina, quizá por la sensación de libertad que ofrece o por el escenario inigualable en el que se practica. Por ello, cualquier playa no vale para disfrutar de unas semanas de este deporte, y después de una minuciosa búsqueda, muchos deportistas se deciden por las costas gallegas como el lugar perfecto para su cometido, y en especial por la Costa da Morte, que ofrece unas condiciones idóneas para dicha práctica, tanto meteorológicas como paisajísticas.
Este tipo de práctica ocasiona un fuerte impacto turístico y económico en la Costa da Morte, gracias no sólo a los propios asiduos de sus playas, sino también al gran número de turistas españoles y extranjeros cuyos planes veraniegos incluyen como punto fuerte una parada por las bellas playas de la costa. Muchos vienen con la idea de mejorar sus capacidades y otros simplemente para aprender, empezando de cero. Es por todo lo anteriormente dicho, que los cursos de surf son el pasatiempo favorito de los turistas.
Las escuelas de surf son un gran aliciente a la hora de escoger el destino de vacaciones, y es por ello que, cuanto más prestigio o mayor sea el número de escuelas en una región, más turismo deportivo recibe. En Galicia son numerosas, y un ejemplo es la escuela de surf Artsurfcamp, que ofrece cursos tanto para niños como para adultos, e incluso en inglés.
Es indudable la repercusión que la oleada de aprendices y profesionales del surf acarrean con respecto a la Costa da Morte, y que, además, se trata de un incentivo bastante fuerte en el turismo. Los aventureros no sólo buscan una playa más, sino encontrar su propio paraíso lejos de sus vidas diarias, donde puedan disfrutar de un ambiente único con un paisaje espectacular.
Quizá ese paraíso se encuentre… en Galicia.