Padres y madres coraje que han desarrollado un impresionante trabajo de promoción de la natación y otros deportes en personas con discapacidad física, síquica y sensorial. Lo resultados han sido espectaculares; poco a poco han ido superando barreras y las distancias se han ido acortando.
La charla ha estado acompañada de numerosas y entrañables fotografías de las actividades en las que ha participado el club. En Los Delfines se agrupan 49 familias procedentes de las localidades der Argamasilla de Alba, La Solana, Pedro Muñoz, Campo de Criptana, Cinco Casas y Tomelloso. Existe también la figura del socio colaborador. Sus dirigentes han contado cómo se gestó el club, los pasos dados para registrarlo oficialmente y aquellas reuniones con los grupos políticos a los que reivindicaron la necesidad de la piscina cubierta y la importancia de que en la estructura deportiva de la ciudad hubiera también escuelas adaptadas.
Todo lo que se propusieron lo fueron consiguiendo y así llegaron a contemplar con orgullo como sus deportistas participaban por primera vez en los campeonatos regionales de FECAM allá por el 98. Primero compitieron en natación, luego en atletismo y más adelante llegaría la gimnasia rítmica, el fútbol-sala y la petanca. Con un trabajo impecable de monitores y entrenadores, Los Delfines fueron cosechando medallas y trofeos allá donde iban; Algeciras, Elche, Madrid, Albacete, Ciudad Real…Uno de sus deportistas, Arturo Muñoz Ramírez, fue galardonado en una Gala Provincial del Deporte, Mercedes Hilario fue seleccionada para los Juegos Mundiales de Atenas y Miguel Ángel Simarro fue seleccionado para cruzar nadando el Estrecho de Gibraltar. Casi nada.
No hubo reto que se resistiera a un club que trabajo con las chicos y chicas más afectados. “Lo más gratificante siempre ha sido ver la caras de satisfacción de nuestros entrenadores y deportistas los días de competición”. Las fotos que se han ido mostrando así lo atestiguaban. Recuerdos de viajes, competiciones, victorias, de Mairena, una de las primeras entrenadoras, y elogios a la actual, Inmaculada Gil.
Los recortes en los presupuestos públicos afectaron a varias escuelas y programas de los que se beneficiaban Los Delfines, pero el entusiasmo y la actividad jamás decayó en el seno de este entusiasta club. Tomelloso albergó una de las concentraciones de FECAM, en el 2008 alcanzaron un acuerdo con el club de arqueros “Don Quijote” para ofrecer a los chicos la posibilidad de practicar otro deporte más. Nacería también el Encuentro Deportivo Los Delfines, ejemplo de plena inclusión e integración, en el que deportistas de distintas capacidades compiten en atletismo y petanca con una participación que ronda cada año los 200 deportistas. Después vendría el premio Delfín que en su primera edición recayó en María Cantos, además de inolvidables excursiones, encuentros de familias, exposiciones, actividades de hipoterapia o acuerdos como el que se firmó con la Asociacion Trapisonda para crear un espacio de ocio los sábados por la mañana. Y más, mucho más por unos Delfines infatigables, luchadores, grandes. Su trabajo es una obra de arte de esfuerzo, de no rendirse ante nada y ante nadie. Y lo bueno es que lo mejor todavía está por llegar.
