Villlarrubia y Socuéllamos se juegan en esta Navidad la Copa Diputación

En plena Navidad dos equipos provinciales pueden acabar el año 2017 con una ‘Copa’ bajo el brazo. Será la que corone este martes al nuevo campeón del XXIII Trofeo Diputación, algo que conseguirá bien el Villarrubia o bien el Socuéllamos. Ambos conjuntos disputarán la gran final a partir de las 19 horas en el Nuevo Campo de la localidad villarrubiera, cuya entrada será de cinco euros y la recaudación, como siempre en este encuentro, irá destinada a un fin solidario, en este caso a la Asociación A Tu Lado (Asociación de Padres de Personas con Discapacidad de Villarrubia de los Ojos).

Sin ningún entrenamiento se presenta el Formac Villarrubia a esta final. El equipo blanquiazul dio el pistoletazo de salida a las vacaciones el pasado 17 de diciembre tras empatar a uno frente a La Roda y, desde entonces, todo han sido noticias fuera del terreno de juego como fue el cese de Javi Bermúdez o la petición de la carta de libertad de Toto, Álex González y Luisito. Sin embargo, Luisito, tras la salida del técnico vasco, ha preferido quedarse en la disciplina blanquiazul y probar a las órdenes del nuevo entrenador.

Con tantas bajas y en plenas vacaciones navideñas, el Formac Villarrubia se presenta a esta final con apenas 16 jugadores, tres o cuatro de ellos juveniles. Dirigirá el equipo el bueno de Agustín Padilla y el preparador de porteros Miguel Ángel. El delantero Rubén Moreno y el central Rubén Gómez se perderán la cita por sendas lesiones ya que ambos se retiraron lesionados del último reencuentro ante La Roda.

Lejos del resultado o de conseguir este entorchado, todas las miradas estarán puestas en este equipo para ver cómo reacciona tras el cese de su entrenador y si los jugadores se han quitado de encima ese peso emocional que fuentes del club señalan. Los villarrubieros han accedido a esa final tras eliminar al Miguelturreño en cuartos y al Manchego, en semifinales.

UD Socuéllamos

Por su parte, el Socuéllamos, nada más haberse comido el turrón, se subirá al autobús para disputar la final, literal. El conjunto de Manu Calleja tenía vacaciones concertadas con sus jugadores con mucha antelación de conocerse la fecha de este partido y previsto regresar al trabajo el mismo día 26, lo que obligará a los azulones a no realizar tan siquiera una sesión de entrenamiento para preparar este choque de una competición que nunca ha conseguido ganar y ahora se encuentra ante una buena oportunidad de conseguirlo, pero con esta dificultad añadida.

Aunque las miras están puestas en el 7 de enero, día en el que regresa la liga y el equipo recibirá en el primer partido del año y de la segunda vuelta al Quintanar del Rey en el Paquito Giménez, parece que el técnico socuellamino podrá disponer de toda su plantilla para medirse al Villarrubia, pero, a buen seguro, no querrá arriesgar con el once más habitual y dará minutos a los que menos oportunidades han tenido. Incluso tiene la posibilidad de introducir un par de futbolistas del filial tal y como permite la competición, de la que el Socuéllamos fue finalista en 2005 y 2006 sin éxito en ambas ocasiones ante la U.D. Puertollano.

Ahora tienen ante sí una nueva final frente a un rival en situación convulsa pero que jugará en su estadio. A este duelo han pasado después de quedar exentos en cuartos de final y de superar al Atlético Tomelloso en la eliminatoria de semifinales.