En un comunicado emitido hoy ANRO manifiesta que “ha demostrado durante su más de medio siglo de trayectoria empresarial, el firme compromiso que ha tenido y tiene con la generación y el mantenimiento del empleo en Tomelloso y con Castilla-La Mancha y recuerda que, incluso en los más graves momentos de la crisis de la construcción, los socios de ANRO decidieron no recurrir a ninguna medida de ajuste en su plantilla, capitalizando adecuadamente la empresa”.
“Lamentablemente, -se continua diciendo en el comunicado- la crisis ha servido a muchas empresas del sector para reestructurarse y aumentar su productividad, y en un contexto duramente competitivo a nivel internacional como el actual, ANRO tiene igualmente que adoptar las medidas que le permitan su permanencia en el mercado, en un mercado mundial como en el que nos encontramos, nos guste o no y en el que tenemos que competir día a día”.
ANRO ha considerado como medida menos traumática para la empresa en su conjunto, elaborar un plan de productividad y proceder a efectuar el mínimo número de despidos, “siempre basados en causas objetivas y argumentadas, exponiendo las causas y abonando la indemnización que legalmente corresponde a los afectados”.
Para los responsables de la empresa, “cualquier otro argumento sobre esta situación de ANRO no deja de ser un juicio de valor, del sindicato citado, que tiene perfecto conocimiento de las causas alegadas por nuestra empresa en la documentación que le ha sido entregada y puesta a su disposición”.
Asimismo desde ANRO se ha aclarado que “ninguno de los trabajadores que han sido despedidos es representante sindical, ya que está prevista la celebración de elecciones a representantes del personal, lo que se desarrolla conforme a lo legalmente establecido, con la participación también del sindicato UGT, y sin que ello tenga ninguna incidencia ni vinculación con el problema de sobredimensionamiento de la plantilla, -que la empresa tiene la obligación de abordar y resolver- lo que viene haciendo desde hace varios meses”.
ANRO ha reiterado también que “este proceso se comunicó a los trabajadores y sindicatos, se han implantado varias medidas para aumentar la productividad, reduciendo al mínimo el impacto en el empleo. Además, la mayoría de la plantilla está muy comprometida con el futuro de ANRO y es consciente de que aumentar la competitividad es una necesidad para mantener la actividad y el empleo en el inmediato futuro de la empresa, con la ilusión de seguir siendo un referente en España, en Castilla-La Mancha y en Europa”.
