Seguro que ya estás empezando a pensar en las vacaciones de verano y a dónde te gustaría ir de viaje para tomarte un merecido descanso y cambiar de aires. Si es tu caso, debes saber que este es el mejor momento para empezar a ahorrar y así poder organizar tu escapada estival con más tranquilidad. Por ello, te traemos unos cuantos consejos para ayudarte a aumentar tu presupuesto para las vacaciones.
• Ahorra: parece muy básico, pero a veces no se nos ocurre y al final nos toca renunciar a algo a la hora de organizar nuestro viaje. Lo mejor es ir apartando algo de dinero para las vacaciones. Algo que te puede ayudar a gastar menos es repostar en gasolineras más económicas, usar más el transporte público, pasarte al tupper para comer en el trabajo, salir menos…
• Establece un presupuesto: debes ser realista en este aspecto. Además del coste del transporte y el alojamiento, debes hacer una estimación de lo que te costará la comida y esas pequeñas cosas a las que no solemos prestar atención, como un café, una cerveza, un helado de vez en cuando… No contar con este tipo de gastos puede suponerte un susto cuando te llegue el extracto de la tarjeta.
• Piensa en los imprevistos: sobre todo si viajas al extranjero conviene que te informes sobre cuáles serían los pasos a seguir en caso de enfermedad o accidente, por ejemplo. De esta manera podrás decidir si te compensa contratar un seguro de viaje o si tu seguro sanitario privado cubre esas eventualidades en el país al que viajarás. Por ejemplo, si viajas a Europa, lo mejor es hacerse con la Tarjeta Sanitaria Europea, que puedes conseguir de manera gratuita en las oficinas de la Seguridad Social y que tiene validez por dos años y te garantiza atención sanitaria en caso de necesitarla (en los países de la Unión Europea).
• Un pequeño empujón: si después de haber elaborado el presupuesto consideras que no vas a disponer del capital suficiente o que no vas a ser capaz de ahorrar lo necesario, siempre puedes realizar algún trabajo extra, como impartir clases particulares de una disciplina en la que seas especialista, cuidar niños, pasear perros, elaborar productos y venderlos… Incluso puedes echarle un vistazo a tu trastero y vender algo que no uses.
• Cuidado con la tarjeta: muchas veces es necesario llevar la tarjeta de crédito a nuestros viajes, ya que, para ciertas cosas, siempre nos la pedirán (por ejemplo, para alquilar un coche). Si viajas con el dinero justo, la tarjeta es útil si necesitas hacer un gasto extra, ya que te permite gastar más de lo que tienes, funciona como un préstamo. Por esta misma razón, debes tener cuidado, ya que es fácil ponerse a pagarlo todo con la tarjeta sin pensar las consecuencias. En el extranjero es más barato pagar con tarjeta que cambiar divisas, sin embargo, los bancos siempre te cobrarán una comisión por ello, por lo que conviene pagar las pequeñas cantidades con dinero en efectivo y dejar la tarjeta para las cantidades mayores.
• Durante el viaje: los pequeños gastos se acumulan y al final lo que parecía de poca importancia acaba suponiendo buena parte de tu presupuesto original. Al estar fuera es más difícil compara precios para no acabar yendo a comer al restaurante más caro, por ejemplo. En esos casos, lo mejor es ir a donde vaya la gente local, ya que ellos conocen los sitios con mejor relación calidad – precio.
A la hora de organizar un viaje y conseguir los mejores precios, suele ser más recomendable huir de la temporada alta. Como sabemos que muchas veces eso no es posible, si quieres aumentar tu presupuesto sin tirar demasiado de tus ahorros, puedes acudir a las financieras privadas que ofrecen minicréditos, ya que conseguirás la liquidez necesaria de manera rápida y sencilla.
Post contratado