La Bicicleta es un restaurante divertido, desenfadado y acogedor. Un local en la Plaza de Estrasburgo de Ciudad Real donde lo mismo puedes compartir unas tapas locales como hincar el diente a un rabo de toro cordobés cocido a fuego lento, o bien decantarte por las especialidades más sofisticadas. La Bicicleta tiene ese punto desenfadado de un local al que se puede ir con el tiempo justo para unas tapas, para comer algo antes de volver rápidamente al trabajo, o para ir con niños y hacer una comida más pausada, porque cuenta con una espléndida terraza en la misma plaza. Su propietario, José Antonio Elejaga, asegura que “es un bar de barrio con calidad de centro”, con un toque de sofisticación asequible. En su carta, además de un menú del día muy casero, una breve pero interesante selección de platos y raciones para compartir.
Hace apenas tres meses que la Plaza de Estrasburgo estrenó un bar con alma de restaurante. O viceversa. Un espacio gastronómico, por no colgarle una etiqueta, que con orgullosa informalidad lleva a cabo una muy buena cocina.
La Bicicleta, que así se llama, surge de José Antonio Elejaga, conocido como “El Mago del Gin Tonic” por sus numerosos premios en concursos nacionales y europeos de coctelería, que se ha animado, tras toda una vida dedicada a la hostelería, a poner en marcha este nuevo negocio con una imagen divertida, informal y desenfada.
José Antonio ha decidido trasladar la cocina que se practica en casa, para uno mismo, a su restaurante. Oferta una amplia variedad de tapas y raciones a caballo entre la tradición y un toque de sofisticación, elaborados a partir de productos de temporada, frescos y ecológicos, de mercado.
Así, acompañado de un buen equipo de profesionales, lleva a cabo platos como el rabo de toro cordobés cocido a fuego lento, que tan buenas críticas cosecha, el costillar a la brasa o el solomillo de cerdo ibérico con queso de cabra y reducción de miel.
En el apartado de pescados destacan el bacalao, el rape o el cazón. A la plancha se puede disfrutar de una jugosa sepia y unos buenos calamares.
La carta demuestra que es posible disfrutar de una cocina de nivel y altos vuelos en un ambiente informal y desenfadado. Así, cuenta también con raciones para compartir como croquetas caseras, una amplia variedad de tostas, y originales ensaladas entre las que destacada la templada con gulas y bacon crujiente.
“A mi me gusta decir que La Bicicleta es un bar de barrio con calidad de centro”, comenta José Antonio Elejaga a este periódico, un restaurante en el que también se puede disfrutar, de martes a viernes, de un plato de “puchero”, judías, lentejas, cocido, arroces caldosos, purrusalda… al precio de 6,50 euros.
Amplia terraza
Ahora, inmersos ya en la primavera, La Bicicleta cuenta con una buena terraza en la Plaza de Estrasburgo donde poder disfrutar de las largas y divertidas cenas de verano con los amigos o la familia. De cara a la ya inminente llegada de la época estival, donde las terrazas ganan posiciones frente a los locales cerrados, Juan Antonio Elejaga tiene pensado instalar dos zonas: una más informal, para tapeo y raciones, y otra con mesas vestidas y decoradas, para poder cenar a la carta.