Una acertada reforma ha convertido a La Tunanta en un lugar agradable donde el cliente puede disfrutar de un buen ambiente de cañeo y tapeo así como de otras opciones, ya que cuenta con un confortable comedor, donde encontramos una propuesta gastronómica que apuesta por los sabores de toda la vida pero con recetas renovadas, y una amplia terraza en la que disfrutar de una copa y un variado picoteo.
La cocina no cierra por la tarde y aquí se podrá degustar un bocado a cualquier hora. Respecto a la carta, apuesta por el producto, con platos tradicionales, con algún toque de creatividad, pero sin aspiraciones de vanguardia. Son propuestas que agradarán a todo tipo de comensales, sin estridencias, bien ejecutadas técnicamente y plenas de sabores fácilmente reconocibles. Y todo ello, en un ambiente informal pero al mismo tiempo confortable.
El próximo mes de junio hará un año que Guadalupe Castanys García-Arévalo se hizo cargo de la taberna La Tunanta, en el número 9 de la calle de la Mata, un lugar con un buen ambiente de cañeo y tapeo.
Tras una pequeña reforma del establecimiento, este local cuenta también con un pequeño comedor, con capacidad para 23 personas, donde poder disfrutar de forma más pausada de la gastronomía de esta taberna en la que se apuesta, sobre todo los fines de semana, por la cocina tradicional manchega.
“Quería ofrecer una cocina popular manchega pero moderna. Transmitir la idea de una tradición renovada, un toque diferente y actualizado de la cocina de esta tierra, pero sin alterar las esencias básicas de nuestro recetario”, explica Guadalupe Castanys. Y lo ha conseguido: estamos en un restaurante moderno -sin estridencias-, en el que se come muy bien y en el que La Mancha está presente, pero en la retaguardia.
La Tunanta ofrece todos los días un menú del día, al precio de 10,90 euros, con dos platos a elegir entre seis primeros y seis segundos más un postre casero. La propuesta para el fin de semana se incrementa en dos euros para ofrecer los platos más típicos, bacalao a la manchega, pisto, asadillo, migas o gachas, entre otras propuestas gastronómicas.
La carta del restaurante cuenta con una amplia variedad de ensaladas, de pollo y piña, de salmón con salsa de yogur, la clásica César, de queso de cabra con vinagreta de frutos secos o la muy demandada templada de pulpo.
En el apartado de pescados las propuestas pasan por los rejos o los chopitos a la andaluza, un buen bacalao gratinado con queso manchego y, como guiño a la cocina japonesa, un excelente tataki de atún rojo o un salmón crujiente marinado con soja y queso de cabra.
Guadalupe Castanys afirma que uno de los platos “estrella” de La Tunanta es la hamburguesa de ciervo con queso manchego que preparan sobre un pan de cristal.
Además, se puede disfrutar de una buena carrillada estofada al oporto, un magret de pato con frutos rojos, o un solomillo de ternera con crema de gorgonzola y polvo de pistacho.
“En todos estos platos cuidamos mucho la materia prima, con un producto seleccionado”, explica su propietaria que lleva toda su vida profesional dedicada a la hostelería y ahora, por primera vez, regenta con éxito la taberna La Tunanta.
Con una decoración moderna, Guadalupe Castanys considera, por último, que el establecimiento “es perfecto tanto para familias como parejas o grupos”.
Para picotear
En estos próximos días de calor, en primavera y verano, La Tunanta nos propone disfrutar de su terraza y bajar la temperatura corporal con una amplia variedad de cervezas: Alhambra, Estrella Galícia, Salvaje, Malvados, Paulaner…etc, o con un buen vino de la tierra.
Tanto en la zona de la barra, con varias mesitas, como en la terraza, se puede disfrutar de una amplia carta de picoteo. De entrada, la tapa con la bebida se elige entre una amplia variedad: papas con mojo, pollo agridulce, ajoblanco, croquetas, pisto con huevo, etc.
Para los más hambrientos, varias opciones de picoteo como las tiras de pollo, la tabla de quesos fritos, las berenjenas o revueltos, además de una amplia variedad de tostas.