Noemí Velasco
Manzanares
Espumosos de colores dorados, con burbujas en rosario y de sabores refrescantes plagan las mesas decoradas con hojas de acebo, abetos y renos en estas fechas en las que las cartas de vino de restaurantes, grandes superficies y supermercados hacen hueco al producto de la provincia, entre títulos catalanes y franceses, con una excepcional calidad y sin nada que desmerecer a otras tierras. Gerente de la primera bodega de Castilla-La Mancha que optó hace veinticinco años por ofrecer un vino espumoso elaborado por el método tradicional, Alfonso Monsalve, de Vinícola de Castilla de Manzanares, habla de las bondades de ‘Cantares’, su marca de referencia y una de las opciones más interesantes de consumo en Navidad.
La variedad de uva macabeo hace de hilo conductor, con algo de sauvignon blanc y chardonnay, y sin entrar en conflictos terminológicos por la asociación tradicional del término ‘cava’ a la producción catalana, es un vino de “similares características”, con una segunda fermentación en botella, la diferencia fundamental con respecto a otros gasificados. Elaboradas con uvas de calidad “excelente” de producción propia y con una exigente selección que no es difícil debido a las múltiples posibilidades que ofrece el “viñedo más grande del mundo”, las líneas ‘Brut Nature’ y ‘Semiseco’ dentro de la marca ‘Cantares’ ofrecen un espumoso claro de identificar por sus “burbujas finas en rosario”, en palabras de Alfonso Monsalve, “muy fácil de tomar, porque es muy rico y está muy bien elaborado”, y que al margen de celebraciones, también se presta al consumo entre horas.
Al margen de la explosión de burbujas propia de los brindis, el gerente de Vinícola de Castilla explica que ‘Cantares’ es un tipo de bebida que “promueve la interlocución responsable y el civismo”, propia para personas que participan en conservaciones distendidas, frente a la opción que ofrecen “bebidas oscuras acompañadas de destilados”. ‘Blut Nature’, sin adición de azúcar en la segunda fermentación, es perfecto para “el comienzo de cualquier comida o cena”; y ‘Cantares semiseco’, con un mayor aporte de azúcar, puede acompañar a postres y dulces. Con más de setecientos premios concedidos a sus vinos, entre ellos algunos para la marca ‘Cantares’, incluso en la misma tierra del cava, el gerente de Vinícola de Castilla expresa que su espumoso es “un producto de calidad, que se puede defender con argumentos propios de una bodega, sin caer en las disputas terminológicas o de regiones”. Además en la actualidad el espumoso supone un tipo de elaboración que existe en demasiados sitios y que ya no es privativa de la comarca de Penedés.
Después de marcar camino en la región dentro de este ámbito de negocio en una época en la que las denominaciones de origen de Castilla-La Mancha no contemplaban todavía la opción del espumoso de elaboración tradicional y tuvieron que recurrir al consejo catalán para realizar sus controles de calidad, Vinícola de Castilla, que espera colocar en el mercado estas navidades 50.000 botellas, ha observado un incremento exponencial de las ventas. Sin duda, el mes de diciembre y enero hasta el Día de Reyes suponen un “pico” importante en el consumo anual de este tipo de elaborados, que luego vuelven a demandar los consumidores en los meses de abril y mayo sobre todo por la existencia de comuniones y bodas.
El espumoso ‘Cantantes’ está disponible en cualquier establecimiento de Manzanares, está distribuido por toda la provincia, en Madrid y Andalucía, y hasta llega a Holanda y China con un muy buen precio. Para acompañar, el gerente de Vinícola de Castilla aconseja los nuevos vinos jóvenes, el blanco ‘Olimpo’ o ‘Señorío de Guadianeja’, y los crianzas y reservas. “Somos afortunados porque en Castilla-La Mancha tenemos un buen clima, un suelo adecuado para la uva, unas instalaciones muy avanzadas, en caso de Vinícola de Castilla superlativas, y unos profesionales que saben hacer vino”, expresó Alfonso Monsalve, por lo que consideró que no existe “excusa” para optar en estas fechas por los productos de esta tierra, por el vino, pero también por el queso manchego, la berenjena, los pimientos y las conservas, y así favorecer “el desarrollo de nuestra gente”.
