El teléfono móvil se ha convertido en un artículo de primera necesidad para muchas personas. Su uso e importancia han adquirido niveles insospechados hace dos o tres décadas, y todavía queda tela que cortar. La estampa de una persona con su teléfono móvil, ya sea hablando con alguien o simplemente utilizándolo para comunicarse con alguien a través de redes sociales mediante alguna aplicación, es más que habitual en estos tiempos.
Parecería utópico y muy alejado de la realidad pensar que el ser humano pudiera vivir en la actualidad sin un teléfono móvil, e incluso parece que este hecho, que ocurría hace treinta años, sea prehistórico. El terminal móvil se ha convertido en un elemento imprescindible para estar en contacto con el mundo, y con ello también ha crecido sector del desarrollo de apps.
Según recientes estudios publicados por universidades o compañías tecnológicas, esto no ha hecho más que empezar. Si alguno de esos estudios, como el de la compañía Cisco, está en lo cierto, en menos de cuatro años el porcentaje de habitantes que tenga al menos un dispositivo móvil será mayor que el que disfrute de servicios tan primarios como el agua o la electricidad. Es un dato tremendamente impactante y significativo.
Se espera que, en el año 2020, aproximadamente 5.400 millones de personas disponga de un dispositivo móvil, también incluidas phablets. Es decir, el 70% del total de la población mundial. Este dato, a pesar de la expansión tecnológica latente, puede parecer increíble pensando en las diferencias que hay entre unos sitios del planeta y otros. Sin embargo, ni los más optimistas pensaron allá por el año 2000, con la llegada al mercado del primer móvil con cámara, que la proliferación de estos aparatos fuera a ser del calibre que ha sido en los últimos 15 años.
Sin lugar a dudas, la llegada de las aplicaciones y el potenciamiento de las mismas a las posibilidades comunicativas que ya ofrecía un teléfono móvil, ha sido un detonante fundamental en ese crecimiento. El desarrollo de apps ha otorgado un impulso a la expansión del uso del teléfono móvil sin parangón.
Por tanto, el 2016 seguirá la tendencia de sus antecesores y estará marcado por las innovaciones y la proliferación de los dispositivos móviles.