La presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha glosado este miércoles las virtudes de la Constitución española, a la que ha presentado como el mejor instrumento para frenar los “inadmisibles ataques” de quienes “han fracasado en su intento de quebrar el sistema legal y democrático que estaban obligados a respetar”, en clara referencia a los impulsores del proceso independentista en Cataluña.
En el que ha sido su segundo discurso como tercera autoridad del Estado en el Día de la Constitución, Pastor ha llevado al Salón de Pasos Perdidos del Congreso las palabras que pronunció en esta misma Cámara en 1916 el catalanista y conservador fundador de la Lliga Regionalista, Francesc Cambó.
“Yo he declarado, y repito aquí -decía Cambó- que España es una cosa viva; que siglos de convivencia, de disputar y de sufrir las mismas bienandanzas y los mismos desastres; que la situación geográfica que nos manda a todos; que la trabazón de nuestros intereses económicos, que todo, hace que España sea una cosa viva, que no sea únicamente un poder, sino que sea una sustancia”, ha leído Pastor.
Tras recordar a este político catalanista conservador, la presidenta ha insistido en que “la ley, en una nación democrática, es la garantía de los derechos de todos” y la “guardiana” de la seguridad. “Es el freno contra el intento de cualquiera que pretenda someternos arbitrariamente a sus deseos”, ha aseverado.
En este contexto, ha hecho hincapié en que “cuando algunos han intentado saltarse la ley, rompiendo las reglas del juego”, la Carta Magna se “ha revelado como el instrumento eficaz y necesario para salvaguardar la soberanía del pueblo español, garantizar la continuidad histórica de España y para proteger el pacto de convivencia que la misma Constitución representa”.
Límite al abuso y a la autoridad
“Frente a los ataques inadmisibles de quienes han fracasado en su intento de quebrar el sistema legal y democrático que estaban obligados a respetar, tenemos que afirmar con rotundidad y en voz muy alta, que España ha tenido y tiene en su Constitución y en sus instituciones la mejor garantía de nuestra convivencia en libertad, y el límite claro a cualquier tipo de abuso y arbitrariedad”, ha sentenciado.
La presidenta ha puesto en valor el Estado de las Autonomías que ha permitido “el libre desarrollo de la personalidad de cada una de ellas”, el reconocimiento de sus “instituciones, sus lenguas y rasgos característicos”. “Ha hecho posible –ha indicado– una diversidad que suma y nos enriquece como nación y pone de relieve el extraordinario patrimonio que compartimos todos los españoles”.
Además, ha subrayado que España ejerce un “papel protagonista” en el proyecto europeo, entre otras cosas porque ha demostrado ser “una democracia madura, con instituciones sólidas, un Estado de Derecho capaz de responder siempre con la ley, sin que nadie pueda ponerse nunca por encima de ella”.
Sin citar expresamente una posible reforma de la Constitución, Pastor sí ha llamado a hacer una “profunda reflexión” que ayude a construir “juntos” el futuro buscando más “lo que nos une que lo que nos separa”. Eso ha de hacerse “pensando en los españoles y sabiendo que cualquier transformación se ha de tejer entre todos”.
El consenso no es una fórmula aritmética
“Hoy debemos seguir siendo ambiciosos para proyectar nuestro futuro y debemos hacerlo poniendo en práctica la lección aprendida: que si actuamos juntos conseguiremos alcanzar también las mejores metas para todos”, ha recalcado.
En este contexto, ha aludido a la “necesidad” de encarar el futuro común y “reflexionar en profundidad para incorporar los cambios y transformaciones” que permitan dar continuidad a la “historia de éxito” que ha escrito España.
“Podremos -y aun diría más- debemos hacerlo, renovando con determinación y con entusiasmo esa voluntad de seguir avanzando juntos”, ha añadido, dejando claro que de afrontar esta tarea debe hacerse en el Congreso. “Si queremos hacerlo, es aquí, debe ser aquí, en la sede de la soberanía nacional, el lugar adecuado para hablar, para debatir sobre las transformaciones necesarias, para llegar a acuerdos”, ha dicho.
Eso sí, ha advertido de que “los acuerdos trascienden a los partidos políticos” y que, para ella “el consenso no es una consigna de cortesía ni la fórmula de una garantía aritmética”. Y ha continuación ha citado a la filósofa alemana de origen judío Hanna Arendt quien defendió la política para “establecer relaciones” y no para “violar y destruir”.
Mujeres, jóvenes y víctimas del terrorismo
Pastor ha repasado los logros conseguidos en todos los ámbitos por España desde 1978, con una mención especial los avances en los derechos de las mujeres que han pasado de la “inaceptable tutela” del franquismo a la igualdad de oportunidades. No obstante, ha reconocido que “queda mucho por hacer” en este ámbito y ha citado, en concreto, la violencia de género.
Los jóvenes también han tenido un hueco en el discurso de la presidenta, que ha destacado la necesidad de que el sistema democrático logre darles confianza creando oportunidades para que encaren el futuro con seguridad y optimismo. Asimismo, se ha dirigido a los medios de comunicación, reivindicando su labor y la imprescindible búsqueda de “antídotos contra la posverdad y la manipulación”.
Pastor también ha tenido un recuerdo para el expresidente del Congreso Manuel Marín, fallecido el pasado lunes, del que ha recordado su “leal servicio a la democracia”, y para las víctimas del terrorismo. En este punto, ha reafirmado el compromiso de España en la lucha contra “la barbarie yihadista” a la que, ha dicho, se vencerá con las mismas armas con las que se consiguió derrotar a ETA.
“En casi cuarenta años se han renovado las generaciones, se ha transformado el mundo, se han abierto nuevas perspectivas; pero los principios de nuestra convivencia y de nuestra democracia siguen y deben seguir tan vigentes como ese pueblo español que es el único titular de sus derechos soberanos y el único dueño de su destino”, ha concluido Pastor, antes de felicitar a ese pueblo su felicitiación en castellano, euskera, catalán y gallego.
