Plaza de toros de Manzanares. Casi media plaza.
Se lidiaron cuatro toros de Torrehandilla (primero, cuarto, quinto y sexto) y dos de Torreherberos (segundo y tercero). Primero resultó tardo y de escaso celo, segundo y tercero manejables, cuarto sin entrega, y quinto y sexto broncos y complicados.
David Mora: Oreja y oreja.
Rubén Pinar: Dos orejas y ovación con saludos.
Fortes: Oreja y ovación.
Mora y Pinar salieron a hombros. Saludaron tras banderillear al cuarto Ángel Otero y José María Tejero.
Tremendo Fortes el sábado en Manzanares. Simple y llanamente. A pesar de ser el único de la terna que abandonó la plaza a pie. Dio la cara como si se tratara de una plaza de mayor relevancia de lo que en realidad era. Y frente a dos toros distintos. Mucho.
Ante la sorpresa de los allí presentes, recibió a su primero en los medios, quitó ajustado por gaoneras, y con la muleta estuvo firme y arreando, hilvanando una faena de mando, actitud estoica, trazo templado, pausada y sin vender nada a nadie. Apabullante, y haciendo honor al brindis al cielo. Fue faena de rabo, que se quedó en simple oreja por su mal uso de la espada; mal uso que repitió y magnificó en el sexto, un ejemplar complicado por rebrincado y mirón ante el que no dudó un instante y al que redujo con aplomo y decisión.
David Mora anduvo decidido pero sin cuajar faenas de relieve ni limpieza. Su primero, manejable, tan solo aguantó dos prometedoras tandas. En el cuarto, un toro que no terminaba el viaje, comenzó faena con unos poco convenientes pases del desdén que en absoluto favorecieron la posibilidad de alargar la acometida de su soso oponente.
Por su parte Rubén Pinar destacó en el segundo de la tarde, con pasajes de toreo sin estilismos pero con suavidad, temple y largura, en un trasteo rematado con la espada a la primera y premiado con generosidad por partida doble. En su segundo anduvo en profesional, tirando de la remisa embestida del de Torrehandilla, logrando una faenan no lucida pero sí meritoria.