Mercedes Camacho
Ciudad Real
Con abucheos, pitos y entre gritos de “caradura”, “zampona” o “sinvergüenza” recibieron y despidieron ayer en Almagro a la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en una protesta en defensa de la educación pública que se desarrolló de forma pacífica pero que genero la indignación de los asistentes por la desproporcionada presencia de la Guardia Civil identificándoles e impidiéndoles el paso a la Plaza Mayor de Almagro.
Los hechos comenzaron cerca de las ocho de la tarde, cuando la presidenta llegó a Almagro y recibió unos primeros abucheos a los que ella contestó diciendo “muy bien, muy bien”, secundada en esta afirmación por el alcalde de la localidad, Luis Maldonado.
Tras pasar a visitar la exposición de la iglesia de San Agustín, comenzaron a llegar algunos representantes de la conocida como ‘marea verde’ en defensa de la educación pública que empezaron a ser identificados por la Guardia Civil entre protestas.
Sin embargo, uno de los momentos más tensos para los manifestantes fue cuando la Guardia Civil impidió el paso a un espacio público como la Plaza Mayor de Almagro a alrededor de una treintena de personas que lucían camisetas verdes alegando una “previsible alteración del orden público”.
“Nunca en 35 años he visto tantos guardias civiles en la Plaza Mayor, ni cuando llamaron cabrón al anterior alcalde”, comentaba un almagreño mientras uno de los que protestaban de forma pacífica recordaba que lo único que pretendían era defender la educación pública de forma pacífica y por los continuos ataques a los que la está sometiendo Cospedal. Y un ejemplo es que el próximo curso, entre los dos institutos y los tres colegios, tendremos 30 profesores menos”.
Mientras esta situación se producía en la plaza, el delegado de Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, increpó al presidente de la Diputación, Nemesio de Lara, acusándole de que “los habéis traído vosotros”, a lo que De Lara contestó que “no, habéis sido vosotros”, en referencia a los recortes constantes en los servicios públicos.
Ante esta situación, el presidente de la Diputación, acompañado por el vicepresidente primero, Ángel Caballero, y la diputada nacional del PSOE, Isabel Rodríguez -entre otros responsables políticos- decidieron no asistir a la entrega del premio Corral de Comedias en protesta por el trato desproporcionado que se dispensó a quienes se manifestaban, así como por solidaridad con sus reivindicaciones.
Hasta el periodista Luis Ansón habló con los manifestantes, a los que les reconoció que no estaba de acuerdo con el motivo de sus protestas pero que le recordaba “a actitudes de otros siglos” que ni siquiera les dejaran pasar a la plaza.
Finalmente, la sangre no llegó al río y los concentrados siguieron manifestándose de forma pacífica aunque crecieron en número y la pitada y los abucheos a Cospedal a su salida del Corral de Comedias fueron aún más sonoros.
