Hace 100 años, el 11 de febrero era también Domingo de Carnaval. Europa y el mundo se encontraban en guerra. España se mantenía neutral, aunque suministraba materias primas y alimentos. Lo que supuso un aumento de las exportaciones, provocando un ascenso en los precios nacionales; por lo que la guerra tuvo efectos económicos y sociales. La información sobre la guerra se publicaba en el diario Pueblo Manchego.
La renovación de los ayuntamientos en Ciudad Real y su provincia se produjo con la toma de posesión el día 1 de enero de 1918. Como consecuencia de la crisis de 1917 por la huelga general y el turno de partidos políticos en el gobierno de la Monarquía constitucionalista de Alfonso XIII, se preparaban elecciones generales para el 24 de febrero. Por la demarcación del Partido de Infantes saldrían elegidos don Manuel Fernández-Yáñez y don Andrés Gutiérrez de la Vega, contando el primero con el apoyo del Duque de san Fernando.
Este domingo de carnaval de 1918 las comparsas recorrían las calles del pueblo cantando coplillas, no sin antes pedir licencia al recién electo alcalde Anacleto Cantón Rodríguez. Las tres letrillas que se conservan del Carnaval de 1918 en Villanueva de los Infantes la inician con la debida licencia y saludo:/Don Anacleto Cantón/Digno alcalde presidente /su autoridad demandamos/en súplica reverente.//Coro//Que suene la sartén/El cazo y la caldera/Que esta orquesta produce/Un desmayo a cualquiera/. Acompañados de un coro y de una orquesta.
La comparsa de los serradores la inician así: Somos los aserradores/ que venimos del pardal/ a saludar al alcalde/ y al público en general/. La comparsa del “Carnavales 1918”: /Camina esta noble escuadra/ con el poder soberano/ y nos hacemos presentes/ a este culto vecindario// Saludamos al alcalde…
Las consecuencias de la guerra europea y la crisis coyuntural de 1917 de subsistencia provocada por la subida de los precios en los artículos de primera necesidad y la no correspondencia con el aumento de salarios producirá un recrudecimiento de los problemas sociales, descendiendo notablemente el nivel de vida de las clases populares; lo que se refleja en las letrillas de este carnaval infanteño en la Comparsa de los Serradores: /el pan nos lo han subido/ y las patatas muy altas/ y a los pobres serradores/ el jornal no les alcanza//. Con la sierra a las espaldas/ todos venimos ufanos/ para serrar la madera/ que ustedes vallan mandando// venimos desde el pardal/ recorriendo toda España/ y si no nos dan trabajo/ nos marchamos Alemania/. En Málaga se produjo del 9 al 21 de enero la Rebelión de las Faeneras, una protesta de mujeres trabajadoras por la subida de los productos básicos. Estos acontecimientos causaron una profunda conmoción en la opinión pública de todo el país, ocupando portadas de la prensa nacional de la época, considerándose como la primera revolución femenina en Málaga. Suponiendo un punto de inflexión en la feminización de las organizaciones obreras.
Por su parte la Comparsa de los “Carnavales 1918” llamándose en la letrilla Escuadrones de soldados denuncian la carestía de la ropa y la subida de los precios: /los precios de los tejidos/ tan alto se han elevado/ que no podremos vestir con la ropa de paisano//. Con la subida que ha habido/ en toda existencia humana/ es imposible vivir/ con el jornal que nos pagan.
Las coplillas y letrillas también hacían alusión a la belleza de las mujeres: /las chicas de esta ciudad/ todas son lindas y bellas/ y sus cinturas parecen/ manojitos de azucenas//. La que sea más bonita/ más graciosa y más sincera/ que se venga con nosotros/ y será la cantinera/. O llamando la atención para que se fijen en ellos: /Aquella niña del frente/ que tanto fija la vista/ es que nos quiere decir/ que le gusta algún artista (se está refiriendo algún miembro de la Comparsa). Será en estos días cuando quizá se podrían dirigir abiertamente a ellas: Mocitas no tengáis pena/ ni que os agobie el sentir/ si queréis poneros novias/ pues ya podéis elegir.
El tema de la Gran Guerra (posteriormente llamada I Guerra Mundial), la comparsa impresa ilustra un escudo imperial, alude a ella de manera bufa: /El austrohúngaro Tornir/ que es vizojo de nación/ a las mocitas las mira/ se muere de indigestión//. Hay otro húngaro que ríe/ con la boca sin abrir/ y con los ojos abiertos/ aunque se acuesta a dormir//. Coro//. Este húngaro chiquito/ tan grande como un pepino/ le gustan mucho las hembras/ el aguardiente y el vino//. Ver el húngaro Crisol/ con la boca tan chiquita/ cuando le dan un bizcocho/ travesado se le chifla.
Ataviados de serradores, soldados húngaros y de soldados: se despiden de igual forma pidiendo unas perrillas, es decir unas monedas. Estos últimos con la siguiente estrofa: /Esta escuadra se despide de todos los habitantes/ y también les suplicamos suden a los postulantes/. Los serradores terminan la letrilla: /Los serradores se marchan/ hasta otro año si Dios quiere/ Dios le de mucha salud/ al que unas perras nos echen/. Los soldados húngaros: /Y por último os rogamos/ por nuestra sal y salero/ nos echéis algunas perras/ acompañadas de perros/.
Tres comparsas de 1918 que se conservan en la Biblioteca Municipal “Quevedo” como parte de la historia del Carnaval de Villanueva de los Infantes, formando parte del patrimonio documental, dentro de una primera serie que comienza en 1910/1920.