No se usted, pero a mí me gustaría conocer a alguna de esas personas que integran el grupo de ciudadanos (el 7 por ciento) que tienen la percepción de que la situación económica en España es “buena o muy buena” según la respuesta que han dado al ser preguntados por los encuestadores del CIS. Tiro de imaginación para dar forma a la imagen personal y social que pudieran tener estas personas tan optimistas y así poer entender mejor las circunstancias (laborales, familiares, económicas…) que les llevan a proyectar un planteamiento tan positivo sobre la situación económica en España en la actualidad con la que está cayendo todavía.
Solo acierto a suponer que pudieran ser ciudadanos felices que disfrutan de una vida diaria sin preocupaciones; quizás tengan la vivienda pagada y los hijos -en su caso- estén estudiando en colegios caros; les imagino viajando con frecuencia, con una financias saneadas, sin dependencias y sin mayores que atender y, por supuesto, sin problema alguno para hacer la compra o pagar las facturas de la luz y el gas, una ordinariez. Es mas, se me ocurre que unos seres tan notables deben tener una relación extraordinaria con el mundo del arte y disfrutar de fiestas, discretas y privadas a buen seguro, muy bien atendidas por profesionales de la hostelería vestidos de Versace mientras los invitados lo hacen en color blanco y sonríendo mucho a todo el mundo. Ya imaginarán.
Mis elucubraciones en busca del perfil de ciudadano feliz con la situación económica de inicios de 2018 me lleva a incorporar a esos otros, que los hay, que elogian también la coyuntura política que vivimos en la actualidad (son el 3,4 por cierto). Si, precisamente en el mes que ha repuntado la preocupación por la corrupción y tanto los partidos políticos como la clase política figuran entre los primeros problemas para los españoles, hay ciudadanos a los que no les preocupan demasiado estos asuntos o simplemente no los consideran.
Contraste con el sentir mayoritario
Me detengo hoy en los porcentajes menores que arrojan los resultados de la primera encuesta del año del CIS por el contraste brutal con el sentir mayoritario de la población para quien el paro y también, cada vez más, la calidad del empleo son la preocupación por antonomasia, también al inicio de este año recién estrenado sobre el que empiezan a sobrevolar buenas perspectivas de crecimiento económico, también para Castilla-La Mancha.
Es el caso del servicio de estudios del BBVA quien apunta unas buenas previsiones de crecimiento para la economía española este año y también para el próximo, con una evolución positiva del empleo. Entre las conclusiones destaca que en 2019 algunas Comunidades Autónomas estarían rozando tasas de empleo cercanas al mínimo histórico de 2008, por debajo del 10%, incluso faltarían trabajos por cubrir y los salarios subirían. Sobresale la cada vez mayor necesidad de más y mejor formación para cubrir la demanda de ciertos empleos muy cualificados y ligados a la digitalización.
Castilla-La Mancha, según los resultados de este entidad financiera estaría incluida en un grupo de nueve Comunidades Autónomas que crecerán por encima de la media nacional (2,7 por ciento), previsiones que se dan la mano con las publicadas recientemente por el Centro de Predicción Económica (Ceprede). Según éste Castilla-La Mancha sería la segunda Comunidad Autónoma con mayor crecimiento en España.
Parece, por tanto, que en el horizonte se divisa un cierto optimismo económico que, ojalá, conlleve las necesarias mejoras salariales que propicien de verdad el aumento de esos porcentajes de ciudadanos optimistas con la situación económica que vendrá.
Felices carnavales a todos